El llamado Metaverso todavía está lejos de convertirse en el nuevo cortijo que Zuckerberg tiene en mente. De momento, y gracias a herramientas como VRChat, mucho de este ecosistema de Realidad Virtual se asemeja más a las primeras comunidades online construidas en los 90 a base de web, foros, o IRC.
En este artículo se apunta a algunas de las posibles maneras de mantener este espíritu antes de que sea fagocitado por Facebook y compañia: regular a las corporaciones, perseguir el acoso, y huir de todo lo relacionado con criptomonedas y NFTs.
“If we are to prevent the mistakes we made nearly two decades ago, we will need to close off as many avenues of capitalist predation as possible. This includes stopping attempts at re-creating our real world housing crisis, with its out of control speculation, in virtual spaces. Matters are already at a crisis point in some videogames: adding cryptocurrency to this combustible situation would be catastrophic.”
“The VR future we deserve should be more than Meta’s quest for vertical integration. If we begin from an individual rights based framework based on principles of freedom to do, freedom to be, and freedom from—combined with a recognition of the fundamental reality of the space and a closing off of early opportunities for capitalist predation—we might just make the most of this second chance.”
DALLE-2 sigue en beta privada, pero ya arroja resultados tan sorprendentes y bizarros como este video de “zoom out” generado a partir de “La Creación de Adán” de Miguel Ángel y que, como todo lo bueno, acaba con una sobremesa.
Por si acaso quedaba alguien que pensara que el culebrón de la compra de Twitter por parte de Mr. Musk era algo más que otra de sus payasadas, el magnate ya ha declarado oficialmente que va a intentar echarse atrás. El daño causado a la compañía, a sus accionistas, y a sus empleados por todo el proceso es ya inevitable, y la dirección de Twitter va a intentar por via judicial que Musk cumpla con su oferta. Aunque, la verdad, como usuario de Twitter, yo preferiría que al final se quedase fuera.
Para culebrones de Silicon Valley, aunque más serios, también hemos tenido recientemente el leak de documentos internos de Uber. A pesar de la gravedad del asunto, pocas sorpresas. Desprecio por las legislaciones nacionales, prácticas ilegales, presiones a políticos: el business as usual.
Y “business” es un decir, porque ni siquiera estos comportamientos mafiosos logran que Uber siga siendo una ruina que arroja pérdidas billonarias.
“Leaked messages suggest Uber executives were at the same time under no illusions about the company’s law-breaking, with one executive joking they had become “pirates” and another conceding: “We’re just fucking illegal.”
Puede que para muchos países la subida del nivel del mar no sea el efecto más grave de la crisis climática, pero para países como las Islas Maldivas, con un 80% a menos de 1m del nivel del mar, puede suponer su desaparición. Conscientes de ello, allí ya se están planeando ciudades flotantes. El tiempo dirá si el proyecto se queda en humo o si se convertirá en algo clave para la población.
China es quizá el país del mundo donde reina el turbocapitalismo más desatado. Uno de los motores actuales del consumo son los influencers, que acumulan millones de seguidores y venden mercancía por valor de miles de dólares en directo en sus streams, una especie de teletienda de la era twitch.
Eso sí, algo a ojos vista tan inofensivo como un helado con forma de tanque en uno de tus directos puede provocar que el gobierno cierre inmediatamente tu emisión y te mantenga desaparecido indefinidamente. Libertades, las justas para seguir consumiendo, y poco más.
Este pequeño juego de tablero para 1 o 2 jugadores con aires pixelados ochenteros está pidiendo ser jugado con Perturbator como banda sonora.
Y otra mirada de mirar a los 80, sin caer en el copia-pega nostálgico, es la de Hatchie y su último álbum, “Giving the World Away”.