20211124

Uno de los factores causantes de la escasez generalizada de productos es, según apunta este artículo, un fervor especial por la metodología JIT (Just in Time), popularizada por Toyota y que trata de reducir costes y espacio de almacenamiento sincronizando casi al milimetro los tiempos de fabricación y suministros de proveedores.

En general, JIT es muy buena idea, y de ahi su popularización. Pero cuando hay una contingencia como la pandemia que seguimos atravesando, ser muy dependiente de unos pocos proveedores y mantener poco fondo de stock pueden ser los ingrendientes perfectos para el desastre.

“Fuimos demasiado lejos”, dijo Alicke en una entrevista. “La forma en que se evalúan los inventarios cambiará después de la crisis”. Muchas empresas actuaron como si la fabricación y el envío estuvieran libres de contratiempos, agregó Alicke, sin tener en cuenta esos problemas en sus planes comerciales. “No se contempla ningún riesgo de interrupción ahí”, dijo.”

En USA, uno de cada cinco profesionales sanitarios está abandonando sus trabajos. Ya no sólo es por las malas condiciones laborales, o por el estrés de haber estado completamente desbordados en los peores momentos de la pandemia. En algunos casos, es también porque empiezan a pensar que los pacientes no nos merecemos su trabajo:

“COVID patients are also becoming harder to deal with. Most now are unvaccinated, and while some didn’t have a choice in the matter, those who did are often belligerent and vocal. Even after they’re hospitalized, some resist basic medical procedures like proning or oxygenation, thinking themselves to be fighters, only to become delirious, anxious, and impulsive when their lungs struggle for oxygen. Others have assaulted nurses, thrown trash around their rooms, and yelled for hydroxychloroquine or ivermectin, neither of which has any proven benefit for COVID-19. Once, Americans clapped for health-care heroes; now “we’re at war with a virus and its hosts are at war with us,” Werry told me.”

Hemos visto a Google y Facebook contratar investigadores en ética de AI y otros campos, con el objetivo de tratar de mejorar la responsabilidad ética y social de sus algoritmos y plataformas. Y también hemos visto que, cuando estos investigadores llegaban a conclusiones incómodas para sus empleadores, su investigación era enterrada o, sencillamente, se les despedía.

Afortunadamente, también hay plataformas que han hecho precisamente lo que había que hacer: publicar y responsabilizarse de los hallazgos de los investigadores que contrató. Es el caso de Twitter.

“Twitter has admitted it amplifies more tweets from right-wing politicians and news outlets than content from left-wing sources. The research found that in six out of seven countries, apart from Germany, tweets from right-wing politicians received more amplification from the algorithm than those from the left; right-leaning news organisations were more amplified than those on the left; and generally politicians’ tweets were more amplified by an algorithmic timeline than by the chronological timeline.”

“Twitter thinks algorithms can be saved. One possible response to the idea that all our social feeds are unfathomably complex and cannot be explained by their creators is that we should shut them down and delete the code. Congress now regularly introduces bills that would make ranking algorithms illegal, or make platforms legally liable for what they recommend, or force platforms to let people opt out of them.”

Esta nueva legislación portuguesa me parece muy buena idea. Lo deprimente quizá es algo que se transpira de la declaración: que tenemos completamente asumido que durante parte de nuestra jornada somos “recursos”, y como recursos, no somos dueños de nuestras vidas. La lucha ya se reduce a, sencillamente, no tener que ser un recurso las 24 horas del día. Y ya hay quien está tachando eso de “radical”. En fin.

“Como legisladores, consideramos que se trata de una medida imprescindible para reforzar los límites necesarios para un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal. Debe haber una frontera entre el tiempo en que prevalece la autoridad del empresario y el tiempo en que debe prevalecer la autonomía del trabajador. Debe haber una frontera entre el tiempo en el que un trabajador es un recurso al servicio de la persona que paga su salario y el tiempo en el que debe ser el dueño de su vida, que no es todo trabajo.”

Olvídense de drones o satélites espías: lo que lo peta ahora mismo en el Pentágono son los globos estratosféricos.

Por otra parte, también hay innovaciones tecnológicas bonitas y que no tienen que ver con pegarle tiros a gente, como este juguete que permite a los perretes hacer videollamadas.

Después de 8 años desde su último tema, Kavinsky ha vuelto. Este tema de adelanto del que podríamos considerar “padrino del synthwave” tiene muy buena pinta y presagia la llegada de un gran disco.

20211118

Joanna Stern ha pasado 24 horas jugando, trabajando, y casi durmiendo en el Metaverso actual para el Wall Street Journal.

La conclusión: buena parte de la experiencia es insufrible, pero también hay un potencial claro en algunas aplicaciones: reuniones de trabajo y sociales, donde la sensación de “presencialidad” es mucho más grande.

Quizá el problema del metaverso no es la idea en sí, que desde luego puede tener sus aplicaciones, nichos y ámbitos de utilidad.

Más bien, el problema verdadero es que vaya a ser diseñado y construido por Facebook para seguir extrayendo plusvalía y rentabilidad de nuestra existencia y comportamiento: “The announcement of Meta, the company’s VR and AR-forward rebrand, is the culmination of a vision that should have been obvious from the start. In 2021, Facebook’s colonization of social data has eclipsed the internet as we know it, and its ambitions now demand the creation of a new reality where intimate data about our social and physical behaviors can be captured and exploited for profit. (…) In other words, Meta represents a massive investment into the very kind of algorithmic manipulation for which Facebook has been repeatedly maligned.”

En este artículo de La Intersección se hace un buen repaso al meme como fenómeno, hecho cultural, y herramienta para construir narrativas.

Aunque, claro, igual que La Fuerza en Star Wars, tiene su reverso tenebroso: “En la virtud está la trampa. Precisamente lo que acabamos de subrayar, el carácter ligero y gracioso de los memes, es lo que puede llegar a ser peligroso desde el punto de vista de las estrategias narrativas. Por ejemplo, los memes pueden banalizar mensajes racistas, machistas u homófobos con mucha facilidad. Con la excusa de que son solo bromas, los discursos de odio van saltando de mente en mente como caballos de Troya y de eso saben muchos los comunicadores de la ultraderecha.”

Wang Yaping ha sido la primera mujer china en hacer un paseo espacial, y eso está muy bien. Lo que no está tan bien es que las alabanzas del gobierno chino perpetuen estereotipos sexistas, justamente en un logro como éste.

“Despite the flowing praise for Wang from official channels and state media, much of the coverage also included gendered language that perpetuated stereotypes on the differences between men and women.”

“For instance, female astronauts supposedly have the advantage of having a “gentle personality (that) is good for teamwork,” according to the Global Times. The same article, citing a retired space researcher in Beijing, added that female astronauts are “more stable with adaptable mental states,” are “more sensitive to any problems in their surroundings,” and are better at communication than their male counterparts.”

Este artículo es de lo mejor que he leído esta semana, y abre un melón importante sobre la sociedad española. En nuestro sistema económico, la desigualdad no es sólo entre clases, sino entre generaciones: una generación (babyboomers) que, con menos preparación, y teniendo que competir menos, ha alcanzado condiciones más favorables y se ha fortificado en ellas, impidiendo el paso a las generaciones posteriores, y evadiendo la culpa de la degradación del mercado laboral, el aumento de la desigualdad, o la crisis climática:

“Hablar de generaciones es generalizar mucho, pero creo que los boomers han perdido la perspectiva sobre cómo han gestionado la situación en la que estamos”, considera Fernando Arancón, de 29 años y director del medio de análisis internacional El Orden Mundial. “Dónde estamos ahora es consecuencia directa de su gestión de las pensiones y del mercado laboral. Yo en los 90 y 2000 no voté, yo no he avalado la burbuja inmobiliaria, ni el dar dinero a los bancos, ni he pedido hipotecas al 120%. Eso lo hizo la generación de mis padres. Nosotros asumimos una herencia y ellos generan un discurso exonerado de culpa. Se desentienden, es todo muy exculpatorio: esto ha pasado pero los jóvenes no luchan como nosotros luchamos por las pensiones”.

“Los baby-boomers se encontraron con el desarrollismo y con una gran etapa de crecimiento económico. Hay un período de treinta años en España en el que el PIB solo baja un año hasta 2008. Hay paro estructural, pero en general las perspectivas son mejores. Encuentran trabajo en la industria, porque hay. Y las élites son, con treinta años, directores de periódico y catedráticos de universidad. Antonio Franco, que acaba de morir, fue director de El Periódico de Catalunya con 31 años. Entraron en todas partes y económicamente lo tuvieron más fácil. Con una tercera parte del sueldo de una pareja se podían comprar su piso. Mi tesis, que no es original y se da en todo Occidente, es que son los únicos que van a vivir plenamente el estado del bienestar y el modelo socialdemócrata posterior a la Segunda Guerra Mundial”.

Mientras, a los millenialls y posteriores generaciones se nos intenta animar a ser celebrities en plataformas sociales como una “carrera profesional” a la que podemos aspirar. Pero viendo el caso de tiktok y la influencer sobre la que habla este artículo, el único negocio es el que tienen las plataformas.

Convertir la nostalgia en un producto también es una cosa muy millenial, aunque es dificil resistirse cuando se hace tan bien como lo hace Nintendo con esta Game&Watch, que contiene 3 juegos clásicos de 8 bits de la franquicia Zelda.

Y ya puestos a terminar con nostalgia, este especie de cortometraje musical huele a puro Carpenter (pero un poquito más cyberpunki).

20211110

La fiebre del “Metaverso” no es nueva. El término viene de una novela de Neal Stephenson, que a su vez ya estaba bebiendo de otros escritores como William Gibson. Por cierto, que Sephenson ya ha corrido a desvincularse públicamente de todo lazo con Facebook.

Pero fuera de lo literario, el “Internet de la Realidad Virtual” ya lleva intentándose materializar desde los primeros 90 (¡recuerden VRML!), y a lo largo de los 2000 con diversos niveles de fracaso (¿os acordáis de Second Life?). En esta columna escrita por uno de los primeros pioneros de la VR se explica muy bien por qué todos los intentos sucesivos de metaversizarnos no han llegado a cuajar, y por qué el de Zuck no se distingue mucho de los anteriores. 

“The metaverse Zuckerberg shows off in his video doesn’t have to solve those problems. He’s promising future technologies that are five to 10 years off. But it still looks like junk. (…) But that’s not the problem with Zuckerberg’s metaverse. The problem is that it’s boring. The futures it imagines have been imagined a thousand times before, and usually better.”

ShotSpotter coloca micrófonos por los barrios de USA y supuestamente identifica mediante algoritmos si los ruidos captados son de disparos de armas de fuego, y en caso positivo alertan a la policía.

La compañía ha acumulado bastante mala prensa por la poca precisión de su software y por las zonas de las ciudades a monitorizar con micrófonos que se han elegido. Como esto es USA, obviamente las zonas monitorizadas son las que tienen más población negra.

ShotSpotter is too expensive for the police to roll out across a city. Instead, microphones are often placed in inner-city areas – areas with higher black populations. So if the technology isn’t as accurate as claimed, it could be having a disproportionate impact on those communities. (…) ShotSpotter claims to be 97% accurate. But that claim is exactly that, a claim. It’s hard to see how ShotSpotter knows it’s that accurate – at least not with the public information it has released. And if it isn’t, it could have wide consequences for American justice.”

En un Internet dominado por las plataformas sociales, donde a través del fenómeno influencer la propia imagen u otros aspectos de nuestras vidas se pueden productivizar para ganar tracción, ingresos, y seguidores, la maternidad no iba a quedarse fuera.

En esta entrevista a Kathryn Jezer-Morton, una investigadora académica especializada en la “mamáesfera” de USA, se desmenuza muy bien el fenómeno de las influencers de maternidad, de las consecuencias de esta “productivización” del hecho de ser madre, de la invisibilización de la red de apoyo de cuidados que provoca, y de los sesgos e influencia política que pueden llegar a tener estas cuentas.

“Instagram is pure PR for the nuclear family, and it totally erases how much childcare has always been shared within communities — and how much families have always relied on each other to raise their kids.”

“The white mamasphere is a place where a fundamental ideology of white supremacy — that whiteness is raceless, and all other races are racialized —  is still pretty much completely hegemonic. I think that for white momfluencers, talking about race is high-risk from the perspective of alienating followers… which is another way of saying that anti-Black racism is very entrenched among mainstream white women. So you have white momfluencers basically retreating from the topic of race on the grounds of “I can’t handle the fallout among my followers.” 

Róterdam innova convirtiendo un edificio destinado a ser fondo de varios museos en un museo en sí, y así mostrar al público el proceso de conservación y restauración que se lleva a cabo antes de exponer el arte en un museo tradicional.

“Lo realmente innovador de este edificio es que, a la vez que se custodian las obras no expuestas y los restauradores, conservadores o comisarios trabajan sobre ellas, también se pueden ver, haciendo así accesible a cualquiera la ‘sala de máquinas’ de un museo.”

En The Verge han producido este documental sobre Handspring, la compañía que trató de construir el primer smartphone allá en 1998. Aunque acabó fracasando, muchas de sus ideas están presentes en los teléfonos que usamos todos los días, y en esta entrevista con el director del documental se desgranan muchos detalles interesantes de esta historia.

Da todo un olorcillo a una especie de Halt and Catch Fire, pero en los 2000s.

Las ilustraciones de Luis Scafati para esta nueva edición del 1984 de Orwell son arriesgadas, impactantes, y le vienen como un guante a la novela.

Ya podemos escuchar en spotify la banda sonora de este loquísimo kickstarter que combina disco de vinilo con suplemento de rol para Mork Börg. El estilo doom-metal hiper-cañero de este juego de rol ya no sólo se traslada a lo visual y a la mesa, si no al terreno sonoro.

20211104

En la búsqueda de posibles mundos habitados de vida inteligente (o al menos, igual de poco inteligente que la de aquí), la ciencia ha pasado de la estrategia de escuchar, a la de buscar activamente indicios o “huellas” que puedan revelar posibles desarrollos tecnológicos alienígenas: “What about the equivalent observable signals of deliberate, technological activity – technosignatures? Humans alter Earth in a million ways without deliberately intending to tell the cosmos that we are here. We spew pollutants, belch factory heat during the day, and light up our cities at night. We can’t help it, any more than bacteria can help emitting methane. By extension, any advanced aliens could be expected to visibly alter their planet as an inevitable byproduct of creating a manufactured, industrial civilisation.”

Aunque, llevando este principio un paso más adelante, hay académicos que afirman que lo que tenemos que esforzarnos más en anunciar nuestra existencia al resto del universo, ¡y hacer que valga la pena responder!: “If Vakoch is right, listening alone won’t do the trick. Making our mark with air pollution and city lights won’t cut it, either. The only way to join the Galactic Club is to take control of our own technosignature and announce loud and clear: ‘We’re here – and we’ve got something really amazing to tell you if you respond.’

Mientras, en nuestro planeta, lo que cuesta encontrar son algunas frutas y verduras en los supermercados de UK. Para no tener estantes vacíos, los supermercados de allí están optando por poner cartones con fotos de la comida que debería haber (naranjas o espárragos): si esto no es distopía ballardiana, que me registren.

Aunque, a corto plazo, hasta lo de colocar cartones con fotos de naranjas tiene los días contados. La rotura de stock también llega al papel y cartón, que está escaseando en las imprentas europeas y que está poniendo muy difícil la campaña de navidad a editoriales pequeñas (y también a alguna grande).

Relacionada con la rotura de stock que ya afecta a casi todos los sectores, y en buena parte causándola, se sitúa la crisis de precios del mercado de energía europeo. Aunque los expertos dicen que la situación es temporal, lo cierto es que los operadores del mercado europeo están realizando simulacros para ensayar una posible desconexión de varias zonas europeas del sistema común de precio. Así que deben de venir curvas.

Ya se ha comentado por aquí en varias ocasiones que el considerar los algoritmos de inteligencia artificial como “neutrales” es pura fantasía: en ellos se vierten, como no puede ser de otra manera, los sesgos de las personas que los construyen, y los sesgos sociales de los datos con lo que se les entrenan.

Además de este problema, que con la voluntad adecuada puede irse mitigando poco a poco, igual de importante es el desconocimiento por parte de la ciudadanía del número de algoritmos y sistemas por los que se nos criba y que afectan a nuestro día a día: “A pesar de que estados y empresas los utilizan de forma recurrente, la opacidad es el denominador común en esta área. Prácticamente es misión imposible que un ciudadano sepa cuándo está siendo sometido al cribado de un algoritmo, qué factores tiene este en cuenta y si hay algún criterio ético que controle su funcionamiento. En este sentido, la entidad Eticas Foundation ha querido arrojar un poco de luz y ha puesto en marcha el Observatorio de Algoritmos con Impacto Social (OASI), que reúne y analiza el impacto social de más de cincuenta algoritmos en todo el mundo. En el caso de la administración española, analiza tres sistemas que se aplican de forma casi desconocida para la mayoría de población y un cuarto que se aplica solo en Catalunya: todos ellos podrían llegar a perpetuar la discriminación socieconómica y la vigilancia del estado.”

Me parece de vértigo la velocidad a la que el capitalismo es capaz de productivizar una obra de ficción que está escrita con la clara intención de criticarlo. Lo que le ha pasado al Juego del Calamar ha sido en semanas lo que le pasó al punk-rock en años: “It’s disturbing, though, exactly how rapidly a show that is an explicit critique of capitalism becomes commodified by it. Amazon and Walmart’s website are both selling dozens of unofficial Squid Game costumes through third-party sellers, a practice that Amazon mostly uses to line its own profits. These companies may (like Netflix) be the targets of Squid Game’s criticism, but that ultimately doesn’t matter. “

Aunque por suerte, hay cosas que en lo artístico seguramente seguirán en los márgenes, y CY_BORG es una de ellas.

El kickstarter de la versión cyberpunk del juego de rol sueco Mork Börg se lanza la semana que viene, y promete ser tan heavy como su predecesor: “The 160 page book for the sci-fi roleplaying game will see the players becoming cyberpunk outcasts who are dedicated to tearing down the systems of corporate capitalism and corrupt police departments, as well as fringe groups causing senseless violence such as street gangs and cults.”

Viendo los nuevos capitulos del anime Yakuza Amo de Casa, he indagado un poco más sobre el grupo responsable de la sintonía principal. Uchikubigokumon-doukoukai son una banda cañera y ecléctica, con un peculiar sentido del humor y con una bajista de ¡62 años! (aunque parezca tener 30 menos).