20240624

Super interesante conversación con Cory Doctorow sobre el Internet que fue y el que puede volver a ser. Entre otros muchos temas de los que se tocan, creo que en este párrafo planta muy bien lo que nos ha pasado (o hemos dejado que nos pase) con Internet y las plataformas:

“So the first big enshittification essays describe a certain pattern that can be observed from the outside of conduct by firms that have been enshittified. And so it’s this pattern where companies allocate value to the end users, then they claw it back once the end users are locked in and give it to business customers. And then they claw it back when those business customers are locked in and then they give it to themselves and then the platform turns into a pile of shit. And that pattern, you know, you can superimpose it over lots of online businesses that we used to get a lot of value out of and that we’re still locked into.”

Justamente la tesis de la escritora Marta G. Franco y su última obra “Las redes son nuestras. Una historia popular de internet y un mapa para volver a habitarla”, es que si la Web fue una vez nuestra y no de las corporaciones, significa que la podemos recuperar:

 “Cuando digo que íbamos ganando me refiero a que las tecnologías digitales, Internet, nos estaban sirviendo para comunicarnos, para informarnos y para movilizarnos. Esto ocurre al principio de Internet, cuando surge como una red en la cual personas con interés por compartir empiezan a crear contenidos y a comunicarse a través de ella. En ese sentido, ahí podemos decir que íbamos ganando. También cuando aparecen las redes sociales comerciales, que por supuesto no eran espacios públicos, siempre han sido espacios corporativos, pero conseguíamos utilizarlas para sacar bastante provecho a nivel social de los servicios que nos ofrecían. Es entonces cuando esos espacios sociales se llenan de contenido tóxico y dejan de satisfacer esas necesidades.”

La innovación en chatbots quizá no está yendo en la dirección de hacerlos más “cognitivos” (al final siguien siendo loros estocásticos), si no en hacer que su expresión simule mejor la “humanidad”. Precisamente porque es más fácil para una corporación manipularte para comprar si parece humana que si parece un bot.

“It argues that more AI assistants designed to act in human-like ways could cause all sorts of problems, ranging from new privacy risks and new forms of technological addiction to more powerful means of misinformation and manipulation. Many people are already spending lots of time with chatbot companions or AI girlfriends, and the technology looks set to get a lot more engaging.”

Ojalá más capital y esfuerzos invertidos en estas aplicaciones de la IA y no en hacer que un asistente de voz se parezca lo más posible a Scarlet Johansson:

“Hay otras pandemias activas. Una de ellas, la resistencia a los antibióticos. La OMS estimó en su día que en el 2050 hasta 10 millones de personas morirían al año por esta razón. De ahí que haya investigadores que dediquen sus esfuerzos en encontrar una solución. Es el caso del español César de la Fuente, que cuenta con su propio laboratorio en la Universidad de Pensilvania (EE.UU.). Su equipo ha hallado antibióticos en animales extintos, como el mamut lanudo, con la ayuda de la inteligencia artificial (IA). Todo un hito científico, y es que nadie lo había hecho con anterioridad. “Son moléculas que se extinguieron a lo largo de la evolución. Lo que hemos hecho es resucitar alguna de ellas”, explica a La Vanguardia. Los primeros resultados son muy prometedores.”

Por una parte mola mucho que vayamos a tener granjas de humedad como en Star Wars. Por otra parte, en la película estas granjas estaban en un planeta cuya totalidad era un desierto. Glups.

Jordi de Paco, uno de los integrantes de Deconstructeam (estudio valenciano de videojuegos indies), ha creado este “videojuego” (más bien un experimento narrativo digital) en el que se transmite de forma muy eficaz la devastadora desprotección de los vecinos del barrio de Benimaclet (y de todas partes en España) frente al acoso de los grandes fondos inmobiliarios. 

Sigo a Xavi Gost desde los tiempos de Be Code, y esta primera entrega de su nueva newsletter me ha resonado bastante. Creo que yo también he perdido “la alegría de programar” tras años de hacerlo profesionalmente.

Hacia mucho que MEMI no aparecía por la recopilación, aprovechemos su nuevo single para remediar eso.