20200129

San Bruce Schneier da buena cuenta del efecto de los bots políticos en redes sociales y web, y ante todo resalta que su objetivo y efecto principal no es decantar el debate político hacia una opción u otra, si no más bien desactivar el debate mismo: “And measuring the effectiveness of these bots is difficult. The best analyses indicate that they did not affect the 2016 U.S. presidential election. More likely, they distort people’s sense of public sentiment and their faith in reasoned political debate. We are all in the middle of a novel social experiment.”

¿La solución? Quizá dejar de usar Internet para discutir, simplemente: “In the end, any solutions have to be nontechnical. We have to recognize the limitations of online political conversation, and again prioritize face-to-face interactions. These are harder to automate, and we know the people we’re talking with are actual people.”

Si existe algún contubernio real, es el de la industria Tech de Silicon Valley con las operaciones policiales anti-inmigración (o anti-gente, en general) de los estados. Aparte de Palantir, recientes investigaciones enseñan lo muy pringados que en Amazon AWS están y desean seguir estando con estas prácticas.

Este artículo es para enmarcar. Podemos no estar de acuerdo en las soluciones, pero en el análisis me parece brillante. La contradicción principal del capitalismo (o su mayor “logro”, para los capitalistas) es haber cambiado el paradigma medieval de productores-artesanos aislados a una red de producción colectiva, al mismo tiempo que se mantiene la propiedad y beneficios de esa red de producción en unas pocas manos privadas.

Y lo que viene a decir este artículo es que el Internet que tenemos ahora (que no es el que fue) es quizá la evolución última de esto. Ya no sólo se nos extrae beneficio trabajando: se nos extrae beneficio por comunicarnos, por buscar, por dar likes, casi por existir.

Un muy buen repaso a conceptos como el famoso “Derecho Agraviado” masculino-blanco, donde una mayor igualdad social del resto de colectivos se percibe como grave amenaza (pero el sistema económico que realmente ha causado su situación, ya para otro día): “Pero en serio, ¿son los inmigrantes la causa del cambio climático? ¿Alguien LGBTI externalizó sus trabajos? ¿Las mujeres feministas hicieron recortes en su empresa? ¡Por supuesto no! Los ‘hombres blancos cabreados’ tienen razones para estar cabreados, pero les iría mucho mejor si tejiesen alianzas con quienes han sufrido en sus propias carnes la desigualdad”.

Nuestro presente se lo debemos a Alan Turing, con quien fuimos tan injustos, y a quién muchas veces representamos de forma poco veraz.

Como con todo lo de Shinichiro Watanabe (Cowboy Bebop, Samurai Champloo, Kids on the Slope), me he enamorado de esta serie desde el primer episodio. Maravillosa.

Emmanuelle Moureaux to bring her next interactive, rainbow-coloured artwork to London.

 

Creative Boom Creative Boom

El arte de Emmanuelle Moureaux está hecho de papel, pero quizá imaginábamos que así sería pasear por la matriz.

Ahora ni siquiera dos minutos, estamos ya a 100 seconds to midnight. Pero bueno, Up the Irons!

20200122

La otra pasión literaria de esta recopilación aperiódica, además de la ciencia ficción, es el relato corto. Así que empezar con un relato corto de ciencia-ficción es: doble satisfacción.

Leyendo este relato cyberpunk-bélico (no es casualidad que lo escriba un coronel del ejército de USA), no podía evitar pensar en cómo gran parte de la tecnología con la que contamos hoy en día tiene su origen en investigación militar producida durante la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría (Internet, Comunicaciones Móviles, Satélites, Inteligencia artificial). Los early-adopters del cutting-edge tecnológico los encontramos, casi siempre, en la guerra o en el crimen organizado, a lo mejor porque una cosa no es tan distinta de otra. Gracias a Jacinto por el enlace.

Parece que el género “estuve trabajando en startups de Silicon Valley y mirad qué horror” está ya completamente consolidado (yo, al menos, he leído ya Disrupted y Chaos Monkeys). Seguramente es porque hay material de sobra para llenar libros y libros.

Nuestro Santo Patrón reflexiona sobre escribir ficción especulativa en los tiempos que corren, la dificultad de tener que re-plantear su nueva novela tras el resultado de las elecciones estadounidenses de 2016, o cómo ha cambiado la experiencia de leer una novela teniendo a mano Wikipedia, Google, y Maps (William Gibson produce, para mí, la literatura más googleable de la historia).

A destacar este fragmento, que para mí es la clave de por qué disfruto del tipo de ciencia-ficción que él escribe: Gibson has said in the past that he’s more interested in writing about the human reaction to technology than technology itself. And what started him writing SF as an adult was that missing human element: “What the science fiction of my youth generally seemed to lack was … everything that made literary naturalism a radical proposition.”

Los openings de la Flota Estelar se estaban creando en un estudio de mi ciudad, y yo con estos pelos.

Si aún no hemos conseguido organizarnos y vivir sin relaciones de poder entre nosotros, deberíamos, al menos, asegurarnos de que el poder está repartido. Y de momento, como cuenta este artículo, vamos a peor.

Yo objetaría a este artículo que no reaccionan así sólo los jóvenes, reaccionamos así todos. También objetaría que el artículo se olvida convenientemente de que, gracias a Internet y Redes sociales, las personas con ansiedad social o depresión también han conseguido construir relaciones y redes de apoyo a su alrededor que no podrían haber construido de otra manera.

Estas fotos del Tokyo nocturno son de Stendhalazo.

Dale un chavo al Brujero,
no seas tacaño, no seas tacaño,
ooooooooooh.

Dale un chavo al Brujero,
se lo está currando.

20200115

El filtro de respiración como accesorio fashion, y el respirar aire (menos) contaminado como un lujo para los pudientes. Este es el futuro que ya se nos viene encima. Gracias a Jacinto por el enlace.

En estos dos o tres últimos años de delirante actualidad política en España, los análisis de Guillem Martínez han sido como una boya a la que agarrarse para no hundirme del todo.

De este último artículo sobre la investidura de la semana pasada, yo destacaría: “La crisis democrática persiste en Europa y en su Sur. El Bienestar ha muerto, pero no ha recibido sepultura. Partidos que denunciaron eso, que lo diagnosticaron, o que lo protagonizaron, ahora están juntos. Lo que explica que deberán compartir una nueva lógica. Tal vez, la lógica de la fragilidad.”

Y también: “Frente a ello, unas derechas que parecen abuelitos cebolletas. Pero que no son entrañables. Aparentemente parecen tontos. Y, para qué nos vamos a engañar, no disponen en el Congreso de ningún Nobel de Química. Pero poseen la mayor inteligencia jamás vista de las derechas por aquí abajo. El Constitucionalismo. Una lectura de la Constitución que se aleja de la Constitución, y en ocasiones de valores de convivencia mínimos. Su desprecio de la ley y del decoro indica la presión que emitirán.”

La historia gráfica de nuestro “barrio”, la Web (que como en todos los barrios gentrificados, ya tenemos copado de franquicias), en este reciente lanzamiento de Taschen. Do Want.

Este artículo es del 2018, pero refleja muy bien cómo las clases más beneficiadas perciben cada vez más el desarrollo tecnológico como salvación individual de un desastre inevitable, en vez de como una vía de supervivencia colectiva.

Y en realidad, creo que tampoco les va a servir de mucho, como no va a servir que cada uno nos construyamos una casa en el monte con su propia valla, depósito de agua, y huerto para sobrevivir (que es la misma estrategia de los super-ricos, pero con menos dinero). Como se concluye en el artículo: “La condición humana no tiene que ver con la supervivencia o escapatoria individual. Es un deporte de equipo. Cualquiera que sea el futuro que aguarda a la humanidad, nos afectará a todos.”

En 2020 va a haber una adaptación a cómic de “Matadero 5” (novelón de Kurt Vonnnegut), y encima la va a dibujar Albert Monteys. Pues YO YA.

Articulazo sobre la evolución de Disney, la estrategia que ha llevado a la hiper-concentración del entretenimiento audiovisual, y encima con unos gráficos interactivos que da gusto.

Esto da bastante bajón, pero si “Aquellos Maravillosos Años” fuera una serie que se estrenara ahora, el periodo que cubriría sería de 2000 a 2005, empezaría conmigo entrando a la universidad y terminaría con todos nosotros registrándonos en Facebook. Que es cuando se acabó todo lo bueno: makes sense.

El nuevo disco de Kvelertak está cerquita y yo ya estoy Black’n’Rolleándome encima.

Desgraciadamente, el pasado viernes nos dejó Neil Peart, quizá el mejor batería de la historia del Rock, y parte fundamental de Rush. Gracias por tanto, Neil.

20200109

Si un androide está oficiando sesiones de oración budista (con bastante éxito, quizá con más público que sus homólogos humanos), el futuro que nos contaban en la ciencia-ficción ya está aquí.

Mientras tanto, el Primer Ministro de Australia se fue de vacaciones a Hawai en los primeros dias de los incendios (volvió tras la muerte de dos bomberos), y en declaraciones públicas ha tildado de “lunáticos” y “repugnantes” a los que piensan que los incendios están provocados por el cambio climático. Pues eso, como para no extinguirnos.

Además del contubernio con el gobierno chino que más o menos ya nos imaginábamos, el artículo original de Ross LaJeunesse detalla también otros temas, como las ansias del equipo de ventas de Google Cloud por firmar acuerdos con el gobierno saudí para hostear la infraestructura de aplicaciones gubernamentales como Absher, que permite a hombres saudís controlar la ubicación de sus esposas/hijas/hermanas y restringir su capacidad de compra de billetes de tren o de avión.

Interesante punto de vista: igual no recibimos visitas espaciales porque somos el equivalente a una aldea perdida en las montañas en la que no hay nada de interés y a la que no llegan las carreteras. Tendría sentido.

Se puede jugar directamente aquí. Para hacer ocurrir la maravilla, pulsa F1 y F2 en escritorio, o toca los extremos de la pantalla en tablet o móvil.

Mientras escribo esto, de verdad que espero que el primer presidente naranjoamericano de los Estados Unidos no haya declarado la guerra. Lo que está claro, como dice este artículo, es que la ciberguerra (la guerra fría de nuestro tiempo) lleva años sucediendo.

¿Shut up and take my money? Shut up and take my money.

20200102

Syd Mead y su arte dieron forma a la manera en la que pensamos y soñamos nuestro futuro. DEP.

El desmantelamiento de la antigua Web, donde el contenido estaba mucho menos centralizado y la recolección de datos no era constante, ha sido gradual y premeditado.

Un pequeño juego (o más bien, un micro-relato interactivo) sobre la depresión, la soledad, y la necesidad de conectar con la gente, hecho con Twine por Nat Morillo.

A lo mejor es porque en las escuelas tradicionales está regulado hasta el color de la ropa interior: “Many schools in Japan control every aspect of their pupils’ appearance, forcing pupils to dye their brown hair black, or not allowing pupils to wear tights or coats, even in cold weather. In some cases they even decide on the colour of pupils’ underwear.”

La alternativa japonesa del Free School Movement me suena más a lo que debería ser una escuela de verdad: “Students don’t need to wear a uniform and are free to choose their own activities, according to a plan agreed between the school, parents and pupils. They are encouraged to follow their individual skills and interests.”

Además de una muy interesante reflexión sobre el trabajo doméstico, los roles de género, y el trabajo no remunerado (que sí que debería serlo), es que la cosa arranca con “nos apuntamos a un seminario sobre Marxismo para darle vidilla a nuestra relación”. Maravilla.

Articulo muy inspirador con la historia de una persona que abrió campo en la industria del videojuego a todos los demás que vinieron después, pero no recibió apenas reconocimiento.

Vamos a empezar 2020 con TODOS LOS FEELINGS.