20220929

Ya he comentado en anteriores recopilaciones que el entrenamiento con imágenes de modelos de inteligencia artificial presenta varios problemas, especialmente para artistas que no han dado su consentimiento para que su arte se use para entrenar redes neuronales (que pueden acabar quitándoles el trabajo).

Pero en este artículo tenemos algunos más: los conjuntos de imágenes para entrenamiento de IAs son verdaderamente difíciles de auditar y moderar, y actualmente se pueden encontrar en ellos imágenes de ejecuciones o desnudos filtrados sin consentimiento. Y despurar las responsabilidades entre las organizaciones que construyen esos conjuntos de datos es todavía más difícil.

“Have I Been Trained aims to empower people to see whether there are images they want to be removed from the datasets that power AI, but Motherboard’s reporting shows that it’s more difficult to find anyone who will take responsibility for scraping these images from the internet in the first place. When reached for comment, Google and Stability AI referred us to the maintainers of the LAION dataset. LAION, in turn, pointed to Common Crawl. Everyone we contacted explained that they have methods to filter abusive content, but admitted that they are not perfect. “

“All of this points to an increasingly obvious problem: AI is progressing at an astonishing speed, but we still don’t have a good understanding of the datasets that power AI, and little accountability for whatever abusive images they contain.”

Sobre lo anterior, en esta carta abierta se pide más participación ciudadana en el funcionamiento de la futura Agencia Estatal para la Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), la organización pública que deberá velar por la forma en que se entrenan y explotan estos algoritmos.

“En una carta al Gobierno de España, más de 40 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Civio, reclamamos al Gobierno que dé prioridad al respeto por los derechos, la transparencia y la inclusividad en el uso de algoritmos, inteligencias artificiales (IAs) y sistemas de decisión automatizados por parte de las administraciones públicas.”

Por otra parte, además de invertir en tecnologías de IA, buena parte del capital se ha vertido en “negocios” que no son rentables si tienen que mantener una relación legal con sus empleados. Y, obviamente, no tener relación legal con tus empleados es simplemente ilegal. Lo cual, tarde o temprano, debe tener consecuencias.

Como seguro que ya sabes, el drama de la invasión rusa a ucrania toma un nuevo giro siniestro con la movilización de ciudadanos rusos iniciada por Putin. En esta entrevista al dueño de una compañía de videojuegos que ha salido del país antes de que lo recluten forzosamente, podemos ver un poco más desde dentro lo que es vivir en una Rusia dominada por Putin y su propaganda.

“On the day Putin declared the war, I knew I would never fight on behalf of this new Nazi Reich. They are my personal enemies: mercenaries who steal my country from me, occupy foreign territories, and kill innocent people. Putin’s army commanders have had plenty of time to turn down their contracts; instead, they are recruiting more cannon fodder now.”

Estamos acostumbrados a pensar que las redes sociales y las campañas publicitarias de grandes marcas tienen mucho que ver en lo que consideramos “físico normativo”, y es verdad. Pero este artículo también apunta a que la imagen corporal, y los body-types que se consideran normativos o no, es algo que se nos comienza a construir desde bien pequeños en el seno familiar.

“Awareness of body ideals starts early, and reflects children’s experience of the world around them. In one study, children aged three to five were asked to choose a figure from a range of thin to large sizes, to represent a child with positive or negative characteristics. They were for example asked which children would be mean or kind, who would be teased by others and whom they would invite to the birthday. The children tended to choose the bigger figures to represent the negative characteristics.”

“The type of social platform and activity also plays a role. One 2022 review found that Instagram and snapchat (both extremely visual) were more negatively linked to body image than Facebook, while taking and manipulating selfies was more damaging than actually posting them.”

“Unsurprisingly “thinspiration” content that promotes thinness and dieting, also showed negative effects (due to negative self-comparisons), as did fitness-promoting posts categorised as “fitspiration”.

Ya hemos llegado a ese punto: millonarios destruyendo arte real para que sus NFTs, ese vehículo para la especulación, pueda optar a tener algún valor financiero. Lo sentimos mucho, Frida.

Otro gran artista, esta vez de las letras, fue Terry Pratchett. En este artículo de The Guardian podemos conocer más detalles sobre los últimos años de su vida, en los que trató de trabajar y crear hasta el ultimo minuto a pesar del avance de la rara forma de Alzheimer que padecía.

El Pony Pisador llevan muchos años tocando, pero no me he enterado de que existían hasta hace muy poco. Como estas semanas ando volviendo a cierta isla pirata, este videoclip va ni que pintado.

20220920

Una de mejores cosas que podían salir del batacazo global de las criptodivisas es que los criptomineros abandonen su actividad debido a su decreciente rentabilidad: justamente lo que está ocurriendo. Una de los primeras consecuencias es que el mercado de tarjetas gráficas, GPU, y ordenadores, deja de estar copado por el criptominado en masa y va volviendo poco a poco a la normalidad.

Al decrecer cada vez más la rentabilidad del minado en criptodivisas, plataformas como ethereum han consumado ya la transición a otros algoritmos de verificación. El resultado “secundario” de esto es que el consumo energético dedicado a la plataforma bajará alrededor de un 90%. Hasta ahora, el consumo anual dedicado a esta plataforma era equivalente al de una ciudad como Bangladesh.

“Before the Merge, Ethereum ran on proof-of-work, where computers all around the world competed to solve puzzles so they could add a new block to the chain. That was pretty energy-inefficient because all these miners were competing to solve the puzzle at the same time, but only one could win; all other energy was wasted. Proof of stake, on the other hand, has validators who’ve put up their Ethereum as collateral. If they misbehave, they’ll lose the Ethereum they staked.”

Hablando de consumo eléctrico, no sé muy bien cómo rodará este prototipo de Delorean. Pero desde luego su aspecto pone las películas de ciencia ficción al alcance de la mano. Bueno, al alcance de la mano de los que se lo puedan pagar, claro.

Esta newsletter de Casey Newton abre un debate y reflexión bastante relevante, a mi entender. Proveedores como Cloudfare protegen las webs de sus clientes de ataques maliciosos e intentos masivos de denegación de servicio. Pero si su cliente es Kiwi Farms, un foro donde activamente se están organizando atentados contra minorías y/o activistas pro-aborto: ¿sus servicios de protección le convierten en cómplice de estos atentados?

En teoría, la cuestión no sería si estos foros nocivos están protegidos o no por Cloudfare, si no perseguir la organización de estos atentados y proteger a las victimas. Pero en la práctica, que compañías como Cloudfare se pongan de perfil en estos casos sólo da más cancha a los acosadores.

“Certainly it would be a good thing if everyone from local police departments to national lawmakers took online harassment more seriously, and developed a coordinated strategy to protect victims from doxxing, swatting, and other common vectors of online abuse — while also doing better at finding and prosecuting their perpetrators.”

“In practice, though, they don’t. And so Cloudflare, inconvenient as it is for the company, has become a legitimate pressure point in the effort to stop these harassers from threatening or committing acts of violence. Yes, Kiwi Farms could conceivably find other security providers. But there aren’t that many of them, and Cloudflare’s decision to stop services for the Daily Stormer and 8chan really did force both operations further underground and out of the mainstream.”

El iPhone era, para sus fans acérrimos, un símbolo de status, innovación, y vanguardia. Hasta que Apple se dedicó a hacer lo lógico para una empresa de su tamaño: seguir sacando modelos con poca o ninguna innovación entre ellos, y seguir ampliando mercado para que todo el mundo posible tenga un iPhone. Al autor de esta columna, le diría: “¡Sorpresa! Te enamoraste de una corporación cuyo objetivo era el mismo que todas las demás: vender.”

 “The iPhone 14, meanwhile, with a suite of incremental and frankly boring improvements, is the iPhone that will change nothing. This isn’t a knock on Apple, exactly. It’s a credit to the company for which, where iPhone quality is concerned, the scale slides from “very good” to “very, very good.” But the iPhone’s predictability is a sign of the shifting cultural landscape around the device—and the changes in attitudes brought on in part by Apple’s own innovations. Where the iPhone once symbolized verve, it now evokes crushing inevitability. The company will produce, the people will consume, and the waste will pile up (and up and up). Don’t let the branding deceive you: With the introduction of the latest devices, Apple has now forged 38 distinct models of iPhone since 2007, once all the Pluses, Maxes, Minis, and SEs are accounted for.”

Tener un video viral en Tik Tok con millones de reproducciones puede parecer un éxito: pero en un modelo medievalizante que invisibiliza cada vez más la autoría, el rédito de una creación está condenado a ser capturado por celebrities e influencers:

“Los bailes de TikTok contribuyen a que los lanzamientos de los artistas despeguen hasta los primeros puestos de las listas de éxitos. En plataformas como YouTube, los derechos de una canción “siempre los tiene el autor”, que es a quien llega la remuneración económica. Por el contrario, el rédito que consiguen los creadores de las coreografías cuando una de ellas se convierte en la más bailada de la red social resulta mínimo si quienes la reproducen no etiquetan en los créditos a quienes inventaron esos movimientos.”

“En España, esa falta de reconocimiento puede quedar en una tímida protesta para que se mencione al verdadero autor de los bailes. Pero, en Estados Unidos, cada vez más creadores de contenidos acuden a abogados especializados para proteger sus obras. Keara Wilson, que ideó el #SavageChallenge a partir de una canción de Megan Thee Stallion, mantuvo en redes sociales una lucha que se alargó durante más de un año para que se reconociese que ella tenía los derechos de autor de su coreografía. Su danza se volvió viral en el confinamiento, cuando decenas de influencers blancas la copiaron sin mencionar a la creadora.”

Este articulo de Polygon recoge algunas de las próximas novedades que veremos en literatura ci-fi en lo que queda de año. ¡Muchos títulos interesantes a tener en cuenta!

Quizá no es lo más práctico, pero para personas muy fans de las Raspberry Pi’s, este setup  que se puede adquirir en Estsy nos puede hacer sentir dentro de una historia cyberpunki.

Aunque tampoco es terriblemente innovador, un nuevo EP de Timecop1983 siempre es de agradecer. Este “Multiverse EP” nos trae aires ligeramente más futuristas que trabajos anteriores.

20220908

En Twitter algo estaba cambiando: equipos y recursos se estaban destinando a encontrar maneras de ponerle freno al alcance de los bulos de extrema derecha y las campañas de acoso a minorías o mujeres.

Admitiendo que una estrategia de moderación siempre se queda corta a gran escala, otras opciones interesantes se estaban barajando: introducir fricción a la hora de propagar tuits nocivos, o la posibilidad de des-mencionarmos de una conversación (lo cual sí que hemos llegado a tener hace poco).

¿Y cual fue el principal freno que ha dejado paradas o abandonadas muchas de estas iniciativas internas? Por supuesto, la irrupción de Musk y sus payasadas accionariales:

“Before that work could be fully implemented, however, Musk reached an agreement with Twitter’s board to buy the company. Shortly afterward, employees who’d been leading the Moonshot partnership left. And in the months since Musk signed the deal, the health research team has all but evaporated, going from 15 staffers to just two.”

““The chaos of the deal made me realize that I didn’t want to work for a private, Musk-owned Twitter, but also that I didn’t want to work for a public, not-Musk-owned Twitter,” a former employee says. “I just no longer wanted to work for Twitter.””

Al final tenía que ocurrir: alguien ha presentado una ilustración generada con una IA y ha ganado un premio. Como ya comentaba la semana pasada, es normal que artistas e ilustradoras estén que trinan: estos modelos se han entrenado con su trabajo, sin retribución alguna, sin su consentimiento, y además los resultados de estas IAs pueden llegar a sustituirles profesionalmente en el futuro.

“Artists are concerned about the rise of AI-generated art. Atlantic writer Charlie Warzel went viral after running an edition of the magazine’s newsletter with a Midjourney-generated picture of Alex Jones. A major publication using AI for art instead of a human upset a lot of people. “Technology is increasingly deployed to make gig jobs and to make billionaires richer, and so much of it doesn’t seem to benefit the public good enough,” cartoonist Matt Borrs told Warzel in a follow up piece. “AI art is part of that. To developers and technically minded people, it’s this cool thing, but to illustrators it’s very upsetting because it feels like you’ve eliminated the need to hire the illustrator.”

Esto no es un pato

Como también he comentado muchas veces en esta newsletter, la idea de “IA neutral” es una mera fantasía. Las IAs incorporan de serie los sesgos de las personas que las construyen, y de las sociedades con cuyos datos se entrenan. Y eso, como este artículo explica muy bien, son muchos sesgos.

Las recientes declaraciones de Macron sobre una próxima era humana de decrecimiento y los movimientos de la comisión europea para renunciar a sus propios dogmas libremercadistas en relación al precio de la energía son señales de un futuro que tenemos muy próximo. El problema no es tener que decrecer (no tenemos otra para sobrevivir): la cuestión es si decreceremos todos juntos, o si pagaremos los excesos de corporaciones y super-ricos decididos a seguir viviendo a todo trapo.

“¿Qué nos está diciendo Macron con la cabeza gacha y rehuyendo la mirada? Lo que nos está diciendo es que el experimento neoliberal, que nos ha atenazado desde el There is no alternative de Thatcher y Reagan de principios de los años 80, ha fracasado. Ha fracasado estrepitosamente. Y ha fracasado porque no hay gas suficiente, no hay diésel, fallan las cosechas por la combinación de un cambio climático desbocado con la falta de fertilizantes, y encima, a la Francia muy nuclear y mucho nuclear, le falla su núcleo: en este momento, 31 de las 57 centrales nucleares francesas están paradas, y la mayoría lo estará por largo tiempo. El invierno del 2022 será durísimo en Francia, el país que dio origen a las ideas decrecentistas. El modelo del crecimiento infinito en un planeta finito no podía funcionar, y no ha funcionado. Pero la mirada de Macron dice más, mucho más. Está diciendo: “Y esto va a recaer sobre vuestras espaldas”.”

Hablando de super-ricos y sus fantasías, este extracto del nuevo libro de Douglas Rushkoff retrata muy bien la obsesión de algunos billonarios por “prepararse para sobrevivir” al colapso de la civilización. Colapso provocado por el crecimiento insostenible con el que ganan dinero, y dinero que se gastan en intentar sobrevivir al colapso. Genios.

Aunque me temo que por mucho que se gasten en bunkers con piscina y ejércitos privados, a la larga el Jackpot (término Gibson) nos va alcanzar a todos por igual, a no ser que cooperemos y nos ayudemos mutuamente.

“What I came to realise was that these men are actually the losers. The billionaires who called me out to the desert to evaluate their bunker strategies are not the victors of the economic game so much as the victims of its perversely limited rules. More than anything, they have succumbed to a mindset where “winning” means earning enough money to insulate themselves from the damage they are creating by earning money in that way. It’s as if they want to build a car that goes fast enough to escape from its own exhaust.”

En una nota positiva, es posible que el caparazón de los crustáceos contenga un electrolito que haga mucho más eficientes las baterías electricas. ¡Pilas de cangrejo en todas partes!

Y dado que el viernes y el final de la semana laboral ya están cerca, no se me ocurre mejor forma de celebrarlo que el nuevo tema de The Midnight.

20220901

¿Queréis Cyberpunk? Estos artistas congoleños que se fabrican disfraces con desechos como forma de arte-protesta es lo más Cyberpunk que he visto este año.

Os enlazo la galería directamente del portafolio del fotógrafo Stephan Gladieu, pero este artículo amplia un poco más información (a pesar de poner demasiado foco en el fotógrafo europeo y no en los artistas del Congo).

Esto es una ficción satírica, una exageración divertida, pero creo que sí que retrata bien la forma de pensar de Elon Musk y otros billonarios de Silicon Valley. En sus cabezas, todos los aspectos de nuestra vida y de nosotras mismas son productos a explotar.

El mundo cripto ya es bastante pufo de por sí. Pero el congreso Mundo Crypto que se celebró hace poco en Madrid lo fue todavía más, porque al parecer el programa de conferencias ni siquiera trataba mucho sobre criptomonedas.

“La sensación de fiasco se incrementó cuando, a partir de las diez de la noche, los organizadores invitaron a los asistentes a colocarse un set de realidad virtual en la cabeza, de los que no tienen pantalla y metes el móvil dentro, para entrar juntos a dicho “metaverso” y batir el récord Guinness de cantidad de gente conectada (al “metaverso”). Pero la cosa no funcionó. El wifi se cayó, la aplicación no funcionó y nadie llegó a ver gran cosa. El Palacio de los Deportes estaba, de repente, lleno de chavales con gafas gigantes balanceando la cabeza buscando un avatar de Thawani en un supuesto mundo virtual.”

El tener tiempo para el ocio, y el no tener la carga cognitiva al máximo para poder disfrutarlo, son cada vez más un privilegio. Como siempre, la peor parte se la llevan las mujeres, que tienen que sostener en muchas ocasiones una doble jornada laboral dentro y fuera de casa:

“Es la doble jornada —trabajo retribuido y no retribuido, el doméstico―, la llamada carga mental —el esfuerzo mental de organización diaria al que se ven sometidas las mujeres dentro y fuera del trabajo—, y también la autoexigencia, sobre todo en el ámbito laboral, derivada de los estereotipos y la brecha de género: redoblan esfuerzos para alcanzar los mismos objetivos que los hombres, para demostrar las mismas competencias y, en ocasiones, para no cargar al resto del equipo con un trabajo que ellas pueden asumir.”

Uno de los problemas con las IAs generativas visuales es que, para construirlas, están siendo entrenadas con los trabajos de las mismas ilustradoras cuyo estilo intenta imitar, sin su consentimiento, sin compensación económica, y sustituyendo poco a poco a estos profesionales en el futuro.

Con esto, vemos algo que en mayor o menor medida ocurre en todo lo que hace el capitalismo: se extrae valor del trabajo de otras personas para aumentar la riqueza de personas que no han hecho ese trabajo.

“But Stålenhag does not like the way new technologies can be set up to enrich already powerful tech companies and CEOs. “AI is the latest and most vicious of these technologies,” he says. “It basically takes lifetimes of work by artists, without consent, and uses that data as the core ingredient in a new type of pastry that it can sell at a profit with the sole aim of enriching a bunch of yacht owners.”

En unos Estados Unidos en plena deriva reaccionaria, donde se retroceden cada vez más en derechos, la oligarquía tech tienen claro de qué lado está. En este caso, Facebook ha entregado un chat privado entre madre e hija a la policía para que sean perseguidas legalmente por estar pensando en abortar.

““Since the reversal of Roe, Facebook’s parent company Meta and other Big Tech companies have made lofty promises about defending access to reproductive healthcare,” Caitlin Seeley George, managing director of nonprofit Fight for our Future, said in a statement. “At the same time, these companies’ hypocritical surveillance practices make them complicit in the criminalization of people seeking, facilitating, and providing abortions.””

“Alone among the stars” es un pequeño juego de rol de mesa en solitario, en el que vamos escribiendo en forma de diario los descubrimientos planetarios de nuestro personaje. Además, esta versión digital construida con Twine facilita jugarlo en el navegador y exportar la bitácora espacial que vamos construyendo.

El nuevo single de Polyphia es, como siempre, una maravilla y una locura a la vez. Su próximo álbum está al caer, y pinta muy potente.