20240109

¡Feliz 2024! En esta columna de Cory Doctorow  (¡gracias a Josep por el link!) se indica que, a pesar de haber sido financieramente muy destructivas, anteriores burbujas tecnológicas como la punto-com dejaron un remanente “aprovechable” para los años futuros. En cambio, la burbuja de la Inteligencia Artificial va a ser especialmente destructiva en todos los ámbitos, principalmente porque las rentabilidades soñadas por los inversores sólo pueden conseguirse desalojando a humanos de sus empleos:

“The self-driving pitch isn’t that your car will correct your own human errors (like an alarm that sounds when you activate your turn signal while someone is in your blind-spot). Self-driving isn’t about using automation to augment human skill – it’s about replacing humans. There’s no business case for spending hundreds of billions on better safety systems for cars (there’s a human case for it, though!). The only way the price-tag justifies itself is if paid drivers can be fired and replaced with software that costs less than their wages.”

“Once the bubble pops (all bubbles pop), AI applications will have to rise or fall on their actual merits, not their promise. The odds are stacked against the long-term survival of high-value, risk-intolerant AI applications.”

“The problem for AI is that while there are a lot of risk-tolerant applications, they’re almost all low-value; while nearly all the high-value applications are risk-intolerant. Once AI has to be profitable – once investors withdraw their subsidies from money-losing ventures – the risk-tolerant applications need to be sufficient to run those tremendously expensive servers in those brutally expensive data-centers tended by exceptionally expensive technical workers.”

En las últimas décadas, hemos convertido en nuestra cotidianeidad situaciones que nuestra especie no habia vivido nunca en sus 200,000 años de existencia: la posibilidad de viajar, el jet-lag, la incertidumbre global, la comunicación muchos-a-muchos, la comparación social global, la estandarización cultural, la desconexión con la naturaleza.. este artículo desgrana muchas de ellas con reflexiones interesantes.

“The instant, global spread of information has also yielded a disorienting social result: the rise of nonlocal social comparisons. Every human throughout history inhabited a social world that was localized, where their sense of self-worth, their place on the social hierarchy, their internalized cultural norms, and their beauty standards were judged against a reference point that was in their geographical vicinity.”

“Localized social comparison did erode a bit from the rise of mass visual media, such as television, but the shift to globalized social comparison was put on steroids (sometimes quite literally) by social media. For 96 percent of the span of Homo sapiens, the reference category we used as a comparison was only—at most—a few hundred people. Now, it’s quite literally billions. (I’ll write more on this dynamic soon).”

El primer internet de los 90 donde las corporaciones y plataformas todavía no dominaban el uso y discurso de forma dominante eran un espacio de conexión donde tejer redes de amistad y de apoyo. Partiendo del trágico fallecimiento de Hematocrítico, este artículo de Delia Rodríguez explica de forma magistral cómo hemos perdido ese Internet:

“Estamos volviendo al mismo lugar: para que se establezca una relación de amistad, incluso una artificial basada en la fantasía de cercanía propia de las redes, alguien tiene que haber creado algo antes, porque en internet actuar es casi sinónimo de crear. Pienso que Hemato no paró de hacerlo, primero solo por diversión, en la mejor tradición del internet amateur, y después también por trabajo, porque marcas y empresas supieron acercarse a su entusiasmo. Sospecho que hay algo en extinción en todo esto, y que de alguna forma lo intuimos, pero ¿qué?”

“Ahora internet está cambiando. Los roles creador/consumidor, que estuvieron tan igualados, se alejan, y la conversación entre pares que encontramos por defecto al conectarnos está siendo sustituida por un discurso unilateral donde personas ricas en la atención ajena entretienen a los desposeídos de ese capital, sin simetría posible.”

Me acaba de llegar hoy y aún no he podido empezarlo, pero tengo muchas ganas de hincarle el diente a esta novela de Marge Piercy, creo que muy en la vena de obras como “El Hombre Hembra” de Joana Russ o mi adorada “Los Desposeídos” de Ursula K. Le Guin.

Una colección de obras y artistas asiáticas que transitan la intersección de foklore y futuro: aquí es donde surge lo cyberpunk.

Si eres eurofans y, como a mí, te parece que la escenografía e iluminación es cada año más synthwave/cyberpunki, aquí viene una preview del despliegue que se prepara para el año que viene.

Aunque para despliegue de luz, escenografía, música, y arte en general, nada mejor que esta película/concierto del duo francés Justice.