En @algorigths inician con este artículo un club de lectura (al que de momento no puedo asistir, snif), y me ha parecido super interesante. Si tenemos claro que hay que reducir el consumo energético e impacto climático en automóviles, envases, etc.. ¿por qué no estamos haciendo lo mismo en Internet?
Como apunta el artículo, el cable y la wifi pueden ser medianamente eficientes, pero el principal agujero negro energético es el consumo de video por streaming (sea para cine o series, pero también para videollamada) desde 4G. Y sobre todo, la trampa de la eficiencia: un sistema más energéticamente eficiente acaba usándose más y con más frecuencia, consumiendo mucha más energía que sus predecesores:
“In other words, while energy efficiency is almost universally presented as a solution for the growing energy use of the internet, it’s actually the cause of it. When computers were still based on vacuum tubes instead of transistors on a chip, the power used by one machine could be as high as 140 kilowatt. Today’s computers are at least a thousand times more energy efficient, but it’s precisely because of this improved energy efficiency that they are now on everybody’s desk and in everybody’s pocket. Meanwhile, the combined energy use of all these more energy-efficient machines outperforms the combined energy use of all vacuum tube computers by several orders of magnitude.”
En el documental “Another Body” (en el que también participa la youtuber de ASMR Gibi), veremos a la ingeniera Taylor Klane en su búsqueda del autor de un deep fake porno que usaba su cara sin consentimiento (que resultó ser un compañero de clase), y lo preocupantemente extendido que están estas practicas machistas y deshumanizantes que potencia la IA.
Hasta el Financial Times (una de las biblias del neoliberalismo global) dice que la amnistia es una apuesta razonable. Cuando veo a la extrema derecha rasgarse las vestiduras (hasta el punto de ser más ridículos incluso de lo que nos tienen acostumbrados), más tengo claro que negociar y pactar, y no agitar banderas, es lo que hace posible de verdad la democracia.
Este artículo apunta a algo muy imporante: un análisis más psicológico de las atrocidades que el Estado de Israel lleva décadas cometiendo contra la población palestina, relacionado con la incapacidad de superar el dolor colectivo provocado por el Holocausto.
“La persecución y exterminio de los judíos en los años de la Segunda Guerra Mundial provocó un sufrimiento inmenso y duradero que buscó alivio en la violencia y la venganza contra un pueblo que nada tuvo que ver con el Holocausto, pero que era lo suficientemente débil como para convertirse en la víctima de la víctima.”
“La humillación sufrida a manos de los nazis requirió una compensación psíquica, y esta compensación es la persecución y el exterminio del pueblo palestino.”
Y cuando vemos que la gente está tratando de vender en la plataforma de stock de Adobe imágenes generadas por IA que “retratan” la violencia en Gaza, pues ya lo que dan ganas es de tirarse por la ventana, la verdad.
Hay que coger con pinzas toda noticia que atribuya capacidades humanas a un sistema de inteligencia artificial, pero al parecer este modelo de procesado de lenguaje es capaz de hacer algo parecido a “generalizar” palabras o conceptos, y usarlas en diferentes contextos.
“Melanie Mitchell, a computer and cognitive scientist at the Santa Fe Institute in New Mexico, says this study is an interesting proof of principle, but it remains to be seen whether this training method can scale up to generalize across a much larger data set or even to images. Lake hopes to tackle this problem by studying how people develop a knack for systematic generalization from a young age, and incorporating those findings to build a more robust neural net.”
A través de William Gibson, santo patrón de esta recopilación, descubro esta rareza ¿cyberpunk? japonesa de 1982, una especie de pre-Calles de Fuego más madmaxera.
Creo que esta va a ser la primera aparición de Tom Cardy en esta recopilación, y ya tardaba. Sus micro-videoclips derrochan talento musical y humorístico, y esta colaboración con Brian David Gilbert sube la locura un nivel más.