20201111

Aunque todavía quedan por ver las ocurrencias de Trump (que cada vez tienen menos recorridos) durante los dos meses de transición que quedan para el traspaso de presidencia, lo cierto es que, finalmente, la victoria de Biden ha sido de todo menos ajustada. La ciudadanía manda claramente al Cleptócrata en Jefe a su casa, y por aquí no le vamos a echar nada de menos: “It has been too easy for one man to smother hope, trust, and the things that make life worth living. And it has been too easy to succumb to despair — to not seek out joy amid suffering or to feel guilty for doing so. But we’re still hopeful. The timeline has been restored. And while the hard work to repair it lies ahead, today there’s room for joy.”

Parece que lo ciberpunki (al menos su lado estético) está haciendo furor en China: en su  juventud, moda, y mainstream en general. Para mí lo Cyberpunk, como movimiento artístico, estético, y literario, tiene que ver más con reflexionar sobre el capitalismo llevado a sus extremos más salvajes que con luces de neon y ciberimplantes (que también). Resulta muy curioso ver cómo se abraza la parte estética en un país que está muy cerca de ser una distopía de este tipo.

Aunque, quizá, lo cyberpunk de verdad sea el equipo de Trump celebrando la primera rueda de prensa tras la derrota electoral en el ruinoso aparcamiento de un centro de jardinería situado en un polígono industrial dejado de la mano de dios (flanqueado de una tienda de videos eróticos y de un crematorio).

Ya haya sido por una hilarante confusión, o porque el Four Seasons real estuviera demasiado cerca de las celebraciones por la victoria de Biden, la imagen ha quedado como la metáfora definitiva del final de la administración Trump: “Wire creator David Simon relished the development. “I woke up early, still laughing at Rudy Giuliani spewing bullshit from an industrial lot between a crematorium and dildo shop, having booked a press conference into the Four Seasons … wait for it … Total Landscaping. The Trumpist incompetence that delivers this coda. Magical,”

Las Llanuras de sal bolivianas son de por sí espectactulares, pero si están iluminadas por los “aeroglifos” que Reuben Wu diseña con drones para fotografiarlas, ya parecen imágenes de otro planeta.

Una muy interesante entrevista con Remedios Zafra (autora de “El entusiasmo” y otros ensayos), sobre plataformas digitales, la precariedad del trabajo cultural, y las dinámicas en estos sectores que la pandemia ha acelerado: “A finales de los noventa latía aún esa posibilidad de que Internet pudiera construirse como parte de la esfera pública, donde experimentáramos otras formas de generar espacio, subjetividad y comunidad, pero la territorialización capitalista de la red fue un fracaso para esta expectativa y pienso que es un ejemplo de todo lo que está por venir y es cedido sin resistencia al capital. Creo que, en esa cesión por parte de los Estados, tiene mucho que ver la cultura de la comunicación que hoy predomina en la política, más centrada en seguir los ritmos veloces de Twitter (que favorecen mayoritariamente la polarización y el enfrentamiento), que en marcar ritmos reflexivos y planificados que favorezcan la alianza.”

Tego muy claro que la desinformación y conspiranoias del populismo derechista no se pueden solucionar con un comité del gobierno dictando lo que es desinformación y lo que no: se ha de solucionar educando a la ciudadanía y dotándola de herramientas (el pensamiento científico, entre ellas) para ver venir los bulos desde lejos y refutarlos. En este artículo, el equipo de Maldita.es lo explica mucho mejor.

Ésta ha sido la canción ganadora en el “Eurovisión de las Inteligencias Artificiales”. En el artículo se apuntan algunas de las limitaciones actuales a la hora de intentar que una red neuronal componga música: son muy poco flexibles y hay poca visión de la composición en su conjunto. Los intentos más exitosos se han basado en usar pequeños sistemas de inteligencia artificial para aspectos de la composición (armonía, ritmo, etc) e integrarlos a “mano” para obtener un tema resultón, lo cual quizá ya nos apunta que el papel de la IA en procesos artísticos quizá sea el de ser un “asistente” del creador humano para generar los primeros prototipos o ideas.

Si el Mandalorio lo peta, digo yo que con 10 pistas de bajo eléctrico, pues todavía más. ¿No?