20240325

Los países africanos empiezan a dar pasos para tener una regulación efectiva sobre el creciente uso de tecnologías de IA, lo cual incluye las malas prácticas laborales de las corporaciones occidentales que emplean etiquetadores humanos de datos en estas naciones. Pero quizá para cuando se pongan en serio sea demasiado tarde:

“If African countries don’t develop their own regulatory frameworks that protect citizens from the technology’s misuse, some experts worry that Africans will face social harms, including bias that could exacerbate inequalities. And if these countries don’t also find a way to harness AI’s benefits, others fear these economies could be left behind.”

“Nyalleng Moorosi, a specialist in ethics and fairness in machine learning who is based in Hlotse, Lesotho and works at the Distributed AI Research Institute, says that some African countries are already seeing labor exploitation by AI companies. This includes poor wages and lack of psychological support for data labelers, who are largely from low-income countries but working for big tech companies. She argues regulation is needed to prevent that, and to protect communities against misuse by both large corporations and authoritarian governments.”

También relacionado con regulación, USA comienza uno de sus clásicos megajuicios antimonopolio, esta vez con Apple como objetivo:

“The DOJ, along with 16 state and district attorneys general, accuses Apple of driving up prices for consumers and developers at the expense of making users more reliant on its phones. The parties allege that Apple “selectively” imposes contractual restrictions on developers and withholds critical ways of accessing the phone as a way to prevent competition from arising, according to the release.”

“Apple exercises its monopoly power to extract more money from consumers, developers, content creators, artists, publishers, small businesses, and merchants, among others,” the DOJ wrote.

Aunque desde luego, esperamos que el juicio USA vs Apple se lleve con más rigor que la última astracanada judicial que hemos vivido con Telegram en España, protagonizada por el juez Pedraz.

Al final, como todo indicaba, las medidas cautelares en el marco de la demanda impulsada por la oligarquía A3Media+Mediaset+Movistar ha sido más ladrar que morder. Aunque hay que admitir que la más que turbia estructura legal y societaria de Telegram, y su opacidad a las peticiones de información, lo ponía todo en bandeja.

En un horizonte en el que cada vez está mas claro un futuro de decrecimiento y escasez, quizá el neofascismo es la vía que el capitalismo de siempre ha encontrado más efectiva para tratar de sobrevivir:

“Parece haber un amplio consenso en considerar que en la era del capitalismo del desastre que estamos viviendo, la apuesta por una nueva forma de dominación política funcional a la puesta en pie de un nuevo régimen de acumulación capitalista (el “capitalismo crudo”) la están promoviendo las nuevas derechas radicales o la extrema derecha en general. Estas corrientes, además, han encontrado en el trumpismo y su asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 la palanca de apoyo para su (re)lanzamiento a escala global, adaptándose obviamente a los particulares contextos nacionales y a sus nostalgias respectivas, imperiales o no, por pasados idealizados.”

¡Hablando de neofascismo! Hace unas semanas vi la segunda parte de Dune, que me parece una adaptación fantástica de la novela y que transmite perfectamente uno de sus temas más esenciales: el cómo un joven privilegiado tarda muy poco en abandonar sus reparos y sustituir un primitivo parlamentarismo fremen por una teocracia fascista consigo mismo como deidad, para alcanzar sus intereses personales (ser emperador). Como hilan muy bien en este artículo de El Orden Mundial, es más o menos lo que intenta hacer Trump, en una versión mucho más cutre:

“Gracias a su alianza con los fremen y su dominio del desierto, Paul Atreides gana la guerra y cambia el sistema: obliga al emperador a nombrarle su heredero directo para instaurar un nuevo orden. Así culmina una historia que lleva visualizando desde el principio. El posible regreso de Trump a la presidencia, después de haber intentado mantenerse en el poder y con procesos judiciales en contra, también supondría un cambio de sistema en Estados Unidos. Con la experiencia de haber sido presidente, no hace falta una profecía para predecir lo que haría: usar las instituciones a su antojo y hacer de Estados Unidos un país más polarizado.”

Uno de los primeros perros robot policia ya patrulla en Málaga. Su cometido, por el momento, reprender (y ojo, ¡grabar!) a los que usen patinetes en el casco histórico de la ciudad.

La ilustradora Helen Rabitte ha tirado de estética ci-fi setentera para aterrizar en la industria musical.

Más adelantos de Hyperdrama, el nuevo álbum de Justice, que saldrá en apenas un mes.