20220511

En este artículo sobre la nueva novela de ciencia-ficción de Janelle Monáe se hace un buen repaso al llamado Afrofuturismo, corriente que abarca lo literario, pero también otros ámbitos como la música y el cine.

El Afrofuturismo como corriente artística reconquista el terreno de la ciencia-ficción del monopolio de una tradición colonial que pone al hombre blanco europeo en el centro.  Pero el movimiento no se queda en lo racial y también abraza nuevas perspectivas de género y de identidad:

“Science fiction is particularly rich terrain for Black authors to explore the evils of the world, because Blackness and technology have historically been in tension. For centuries, Black bodies were exploited and used as machines, sites of experiment, and other vehicles for white discovery. I’m reminded of HeLa cells, an immortal cell line widely used in medical research—including for the Covid-19 vaccine—and named for Henrietta Lacks, the Black woman from whose body the cells were taken without compensation or consent.”

“If the goal of Afrofuturist art is to create a new future, then the genre is not only inherently Black but also intrinsically queer. Some Afrofuturism writers, like adrienne maree brown, are openly queer, and cornerstone novels such as Butler’s Fledgling and N. K. Jemisin’s The Inheritance feature queer characters and relationships. More than that, the genre draws on the author bell hooks’ definition of queerness as not only “about who you’re having sex with” but rather “about the self that is at odds with everything around it and has to invent and create and find a place to speak and to thrive and to live.”

Mientras tanto, en África ya ha sucedido lo que quizá sea la antesala de nuestro futuro en todas partes. Debido a los disparados precios de la energía y combustibles, las areolíneas de Nigeria no pueden ni cubrir costes y cancelan la gran parte de sus vuelos en el país, aunque a día de hoy se sigue en conversaciones con el gobierno para intentar conseguir una solución alternativa.

La pasada semana me vi apuradísimo para conducir por Valencia en plena tromba de agua, atravesando una de las calles más inundadas, donde tuve el agua por encima de la mitad de la rueda prácticamente todo el trayecto.

No me quiero imaginar, por tanto, la gente que tuvo que repartir pedidos en bicicleta en estas condiciones, en una situación más precaria que nunca, y sin ninguna garantía ni seguridad laboral. Tampoco entiendo qué ocurre en la cabeza de la gente que hace pedidos viendo que suceden estos desastres climatológicos. Las plataformas de reparto no sólo han hecho cotidiana la explotación de los repartidores: están normalizando que nos explotemos entre nosotros.

“Aunque CNT señala que “es la empresa la que ofrece el servicio en todo tipo de situaciones” remarca que “nos parece indecente el egoísmo que destilan estas personas, que están viendo las lluvias torrenciales y aún así piden sabiendo que hay personas que se van a mojar”. Cantón añade que “el empresario quiere sacar beneficio, aunque sea a costa de las condiciones físicas de los trabajadores”.

Recomiendo muchísimo seguir en twitter a @nolesdescasito y prestar atención a sus estrategias para intentar detener la viralidad de la extrema derecha en plataformas sociales. En este artículo de su blog también tenéis una muy buena recopilación de sus propuestas.

Esta nueva técnica para obtener altavoces ultrafinos tiene un gran potencial de aplicaciones: no sólo llevar altavoces en la ropa, si no quizá forrar una cabina de avión de ellos y conseguir cancelación de ruido fácilmente.

Descubro a partir de este artículo el asunto de los “mixers” de criptomonedas. Aunque las transacciones en la blockchain son anónimas, todavía es posible rastrear la “ruta” que siguen algunos fondos, y estos servicios las “enmarañan” para que sea casi imposible seguir el rastro.

Aunque el objetivo inicial de estos servicios es aportar más privacidad, países como Corea del Norte (que cuando les viene bien sí que son capitalistas) las usan para blanquear el dinero proveniente de sus hackeos y fraudes online, y USA ha comenzado a sancionar estos mixers para ponérselo más dificil.

Otro tipo de sanción ha venido por parte de John Deere, un fabricante de tractores que aplica una política anti-reparaciones similar a la de Apple. En este caso, la restricción ha tenido un uso positivo: el fabricante ha inutilizado de forma remota muchos tractores ucranianos, parte del botín de los pillajes al que las tropas rusas invasoras someten a la población.

Este tema de Zack Bornheimer está claramente hecho en clave de jazz, ¿pero no os parece que esos acompañamientos y baterías huelen a Dream Theater en algunos momentos?