A veces da la impresión de que los billonarios tech no acaban de pillar las distopias de ciencia-ficción, y las ven como escenarios deseables. El reciente anuncio de ChatGPT 4 recuerda instantáneamente a la película Her (casualmente, la favorita de Sam Altman), y la voz del bot a la de Scarlett Johansson, quien interpretaba a la IA de la película. Voz que ya ha sido retirada tras las acciones legales de la actriz, que rechazó trabajar en el proyecto y cuya identidad y estilo fue plagiado por OpenAI igualmente. Esto que le han hecho a la estrella es lo que OpenAI y otras corporaciones IA hacen a todos los artistas: robar sin miramientos su trabajo, su estilo, y si pueden, hasta su identidad. La diferencia es que Johansson sí que tiene recursos suficientes para plantar cara a la corporación.
Por supuesto que hay usos muy interesantes de este agente conversacional (traducción en vivo, asistencia a invidentes), pero en realidad los asistentes de voz no son nada nuevo. La novedad aquí es que el bot se parece extremadamente a una persona real. Y cuanta más relación parasocial con la corporación, pues mejor para la corporación.
“Maybe media literacy is low on the wish list for Big Tech CEO attributes. But as long as this keeps happening, it’s worth calling out. If we’re building toward a certain vision of the future, it’s worth understanding which sci-fi sacred texts are guidebooks and which are cautionary tales. Being friends with AI will be so much easier than forging bonds with human beings. That doesn’t mean it’s better. Sometimes it’s much worse.”
Mientras, algunos algoritmos ya llevan años tomando decisiones fundamentales en la vida de algunas personas. Es el caso de RISCANVI, el algoritmo usando en cárceles catalanas para conceder permisos de salida y otros beneficios penitenciarios, y cuya funcionamiento lleva siendo una caja negra opaca durante 15 años, incluso para los propios jueces y funcionarios.
“RisCanvi antes era palabra de Dios y no se podía contradecir. Pero ahora tienen interés en ver cómo funciona. Porque se percatan de que esto no deja de ser un algoritmo y a veces falla, como también puede fallar la valoración de un psicólogo o trabajador social”, asegura.”
“El letrado pone como prueba el hecho de que varios jueces de vigilancia penitenciaria se están interesando en los últimos años por un curso anual organizado desde el ICAB y en el que un representante de la Generalitat acude para hablar sobre este protocolo de gestión del riesgo. “¿Por qué? Porque ellos mismos se encuentran que RisCanvi es un algoritmo que nadie sabe cómo funciona, que nadie sabe cómo va, que hay veces que acierta y hay veces que no”.”
A pesar de que la desconexion digital en el trabajo es un derecho reconocido, la cruda realidad es que se está aplicando poco y mal:
“El email de un compañero que respondes antes de acostarte. Los mensajes que revisas por la mañana, antes incluso de salir de la cama. La llamada urgente que atiendes el fin de semana. El fuego laboral que apagas a distancia mientras recoges a los niños. Todas estas situaciones tienen un impacto en la salud de los trabajadores y, aunque es un derecho reconocido en España, la desconexión digital se aplica poco y mal. Desde 2019, las empresas están obligadas a contar con una política interna en la que desarrollen cómo se lo garantizarán a sus empleados y empleadas, pero son minoría las que lo introducen en sus convenios. De todos los que se firmaron en 2023, solo 114 —el 8,4% del total— hacían referencia a él y tan solo 26 desarrollaban un verdadero protocolo, según los datos recabados por la Unión General de Trabajadores.”
El verano pasado no fue sólo el verano más calido desde 1850, si no que probablemente ha sido el más cálido de los últimos 2000 años. Y lo que nos queda todavía por ver.
“Con este foco más amplio, descubrieron que el verano de 2023 superó en 2,20ºC la media del período de más largo plazo desde el año 1 a 1890. Por eso, califican de “alarmante” el hecho de que en el verano de 2023 las temperaturas fueran 2,07ºC más calurosas que las de los primeros registros instrumentales. Y lo califican así recordando que el acuerdo de París contra el calentamiento (2015) se pone como meta lograr que el calentamiento mundial no sobrepasen los 1,5ºC.”
Y aunque la crisis climática pinte muy mal, creo que son importantes artículos como este, que nos indican que el pesimismo y la desesperanza climática en realidad solo benefician al status quo, a la inacción, y a la ola negacionista reaccionaria.
“Collective doubt in our ability to respond to the climate crisis is by now dangerously pervasive. Beyond climate scientists, it’s shared by politicians and some young people. It’s also shared by some philanthropists who fund climate NGOs, and by many who work in those NGOs. It is shared by some financiers, and some of those who work in companies struggling to reduce their emissions.”
“A sense of despair is understandable, but it robs us of our agency, makes us vulnerable to mis- and disinformation, and prevents the radical collaboration we need. Doubt holds us back from taking bold action, which is why it is strategically seized upon by incumbents, who have invested millions of dollars (probably much more) in sowing uncertainty around the climate crisis and its solutions among the general public.”
Otra razón para mirar con optimismo al futuro, más pequeñita pero no por ello menos importante, es que el elenco de Enano Rojo regresará en 2025 con 3 nuevos episodios. Además, yo tengo la teoría de que cuanto más avanzada es la edad de los actores protagonistas, más se amplifica la verdadera esencia Enanorojil.
The Strike continua en su vena retro-pop con un nuevo single y el resultado es, al menos para mí, fantástico.