20210721

Supuestamente, la firma israelí NSO Group vende su software hackea-móviles (Pegasus) a gobiernos y fuerzas de seguridad con fines antiterroristas. Pero como demuestra estos datos que desvela este leak, varios de sus países clientes (México, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, o Hungría, entre otros) lo han usado sistemáticamente para espíar a activistas de derechos humanos, periodistas, abogados, políticos de la oposición, empresarios, líderes religiosos, ministros de otros países, o incluso a los familiares del jefe de estado de turno.

Quizá lo más grave de esta lista que se filtra ahora es que algunos de los periodistas incluidos en ella fueron asesinados hace meses. ¿Cómo saber en qué medida este software espía ha ayudado a planear y ejecutar estos asesinatos? Fabricante y gobiernos, como siempre, tiran balones fuera: “The phone number of a freelance Mexican reporter, Cecilio Pineda Birto, was found in the list, apparently of interest to a Mexican client in the weeks leading up to his murder, when his killers were able to locate him at a carwash. His phone has never been found so no forensic analysis has been possible to establish whether it was infected. NSO said that even if Pineda’s phone had been targeted, it did not mean data collected from his phone contributed in any way to his death, stressing governments could have discovered his location by other means. He was among at least 25 Mexican journalists apparently selected as candidates for surveillance over a two-year period.”

En su nuevo libro “Los nueve gigantes: Cómo las grandes tecnológicas amenazan el futuro de la humanidad”, Amy Webb destaca los peligros de una IA desbocada en manos de las grandes corporaciones y estados autoritarios, y cómo intentar mitigar esto de forma pragmática para que no acabemos en el peor escenario posible: “El problema es que no hay un interruptor para la inteligencia artificial, no se puede apagar: existe. Pero creo que creo que tenemos que darnos cuenta de que, en algún momento, tenemos que solucionar algunos sesgos de los sistemas, solucionar los datos y pensar bien qué estamos construyendo y por qué. Y yo espero que la suficiente gente diga: «Vamos a esperar y a pensarnos esto». Lo mejor que pueden hacer las personas a título individual es como lo que se hace con el cambio climático: si entiendes que existe el cambio climático, empiezas a hacer cosas para cambiar tu comportamiento porque no quieres que la temperatura del planeta siga aumentando. Así que, si estás preocupado por la inteligencia artificial, haz lo mismo: pequeños cambios. Con suerte, a los líderes mundiales también se les ocurrirán cambios que tengan un impacto duradero.”

A primera vista paracería que en el mundo médico, por estar ligado al método científico y a la evidencia, deberían producirse menos sesgos de género. Pero como este artículo explica, no es tan sencillo: a día de hoy seguimos sufriendo de una laguna de conocimiento sobre el cuerpo femenino y sus síntomas en diversas enfermedades, provocada por los médicos decimonónicos que estigmatizaban sistemáticamente la menstruación: Today, of course, it’s no longer professionally plausible for a doctor to argue that all women are physically incapacitated during their periods. But because Western scientists for so long stigmatized menstruation, and excluded input from female physicians who might have been more willing to study periods and other functions of female biology, science got a late start collecting quality data on menstruation.”

El ya extinto Skymall era el equivalente a la teletienda por sus productos “ideas de bombero” en USA durante los 90 (remember la batamanta). Pero su espíritu sigue vivo en los anuncios de Instagram: “I can’t actually figure out whether my likes increased the strangeness of the ads much, given they were already pretty batty. But over the next few days I got a flood of ads for modular edit-control systems and light-bending color cubes and faux-flame lightbulbs that will turn my home into “a cozy wonderland”, and so many — so very, very many — arms for holding my phone so I can become an influencer.”

Una buena manera de conmemorar los pufos Silicon Valley más sonados de la última década (Theranos entre los más tops, claro) son estos pequeños juguetes de coleccionista.

Como ha dicho William Gibson alguna vez, la primera película protagonizada por Serpiente Plissken (1997 Rescate en Nueva York) fue una influencia muy importante antes incluso de escribir Neuromante. Y cuando más lo pienso, más me convenzo de que quizá sea la primera película verdaderamente cyberpunk de los 80: “Some seem like the result of parallel thinking, like Blade Runner and the Mad Max sequel The Road Warrior, both of which arrived in theaters the following summer. Others feel like they couldn’t have happened without Escape’s example, like The Terminator, with its pulsing electronic score and dim view of what’s to come, or the fiction of William Gibson, who freely cites Escape as an inspiration for the stories he’d start publishing a few years after its release and the cyberpunk movement that followed. Both would turn the ripples of influence created by Escape into waves (…)  Gibson has cited a single line of dialogue — “You flew the Gullfire over Leningrad, didn’t you?” — as especially inspiring. We never learn much about what Snake was doing in Leningrad but there’s a whole world suggested in that single line. “

Muy interesante entrevista con uno de los traductores de Orwell al castellano y una de las personas que más sabe sobre el escritor: “Su paso por España supuso un parteaguas en su educación política. Si bien llevaba varios años frecuentando los ambientes del ILP, partido a la izquierda de los laboristas pero hostil al despotismo soviético, Orwell tenía buena relación con algunos comunistas. Pero la miserable estrategia de la URSS en la Guerra Civil española, los asesinatos de militantes socialistas o anarquistas durante los Hechos de Mayo, la ilegalización del POUM, y además, el relato que hizo la prensa comunista extranjera de todo ello, indignaron sobremanera a Orwell.”

Que los Maiden traigan buenos temas es siempre una excelente noticia, y si es con este videoclip animado, ¡pues todavía mejor!

20 minutos en el futuro se pone en modo vacaciones el resto del verano ¡Nos vemos en Septiembre!

20210714

En esta columna, Douglas Coupland (autor de novelones como Microsiervos o J-Pod, entre otros) reflexiona el “Fin del Mundo” como concepto, sobre si realmente va a suceder y si va a suceder como lo esperamos: “In our culture, the end of the world seems to happen in very predictable ways and there’s a kind of reassurance and comfort that comes from this. Capitalism runs amuck; AI runs amuck; viruses run amuck; environmental catastrophe runs amuck. Amuck. Amuck, amuck, amuck. If you say the word a few times in a row, it starts losing its meaning and becomes just a sound effect”

Y también, sobre si más bien nos estamos refiriendo al final de nuestro mundo, más que al final del planeta en sí (que continuará existiendo sin nosotros tranquilamente, llegado el momento): “When the end of our world does happen, it will be quick, and completely out of left field. The end of the world will be the “unknown unknown” as opposed to the “known unknown” which is basically our list of the usual apocalyptic suspects: viruses, radiation, famine, climate, AI and comets. (…)  I may not believe in the end of the world, but I do believe in messages, and the end of the world is somehow mapping onto real life in a way that feels like cheese melted onto a hamburger.”

Mientras tanto, parece que el Metaverso (que viene siendo, básicamente, la realidad virtual global que pensábamos que sería Internet durante los 80 y 90) comienza a ser una realidad, al menos en el plano financiero y de hype (o sea, poco). Es interesante pensar, como dice el artículo, que respecto a este Metaverso nos encontramos en un punto similar al pre-Internet de los 70: un montón de redes y sistemas distintos sin conexión entre sí, a la espera de un estandar global que los conecte a todos (como hizo en su día TCP/IP). Veremos.

Que en un país con un historial de sexismo institucionalizado como el de Japón hayan universidades que estén apostando fuerte por disminuir la brecha de género, es una excelente noticia.

Y como seguramente sepas ya, los juegos olímpicos de Tokyo van a celebrarse sin público. Bueno, sin público humano, al menos.

Los cigarrilos como moneda de cambio entre presidiarios está obsoleta: la nueva moneda son los paquetes de Ramen deshidratado. Ocupan poco, duran mucho, y obviamente, se puden comer. Pero entre las razones de este cambio drástico de tendencia (los cigarrillos como divisa en prisiones de USA data desde antes de la guerra de secesión) también están los recortes de gastos estatales, y la rápida bajada de calidad en la comida y servicios en los presidios: “What we are seeing is a collective response — across inmate populations and security levels, across prison cliques and racial groups, and even across states — to changes and cutbacks in prison food services…The form of money is not something that changes often or easily, even in the prison underground economy; it takes a major issue or shock to initiate such a change. The use of cigarettes as money in U.S. prisons happened in American Civil War military prisons and likely far earlier. The fact that this practice has suddenly changed has potentially serious implications.”

El uso de “hongos mágicos”  ya venían investigándose para tratar algunos casos de depresión, pero recientes estudios apuntan a que podrían ayudar a hacer crecer las conexiones neuronales (al menos durante un tiempo, y al menos en ratones) perdidas por trastornos de depresión u OCD: “The authors put forward two explanations as to why the neural modifications observed following psilocybin administration might relate to its therapeutic effects. First, they suggested, depression is associated with a loss of synapses in the frontal cortex, and so restoring the number of neuronal connections may correct the deficit, “ … providing a biological mechanism for alleviating symptoms of depression.” Second, the authors noted, structural remodeling is integral to learning and facilitates the storage of lifelong memories. “Psilocybin-induced neural plasticity could prime the brain for integrating new psychological experiences.”

El otro día descubrí de rebote este pequeño video live-action que promocionaba el juego de rol Shadowrun en 1990, y es de lo más “buemalo” (tan malo que es bueno) que he visto en muchísimo tiempo.

Y el último single de The Strike es simplemente bueno-bueno: escucharlo y sonreir es todo uno.

20210707

Creo que es importante intentar imaginar la escala gigantesca de un acontecimiento como el de la “absorción” de una estrella de neutrones por un agujero negro, sobre todo porque es muy sano ser conscientes de lo pequeñitos e irrelevantes que somos a nivel cósmico.

Pero también, el que seamos capaces de detectar algo así mediante unas pequeñas vibraciones en un haz de luz, y también el ser capaces de deducir que cosas de éstas ocurren en el universo casi una vez al mes (!), pues también tiene su mérito: “If you think too hard about this, the scale of it can be dizzying: These collisions, so large at their origin, make only the smallest impression when they reach us, and we in turn are just that small, compared with the unfathomably large scale of the phenomena we’re trying to measure. And these massive events are happening on a cosmic level all the time. Based on the new findings, the researchers estimate that a mash-up between a black hole and a neutron star occurs about once a month within 1 billion light-years of Earth. Such events probably take place in every galaxy in the universe, including our own—we just haven’t detected one here yet.”

Mientras, nuestra pequeña roca sigue dándonos alertas de que, como sigamos así, esto no va bien. En este artículo se explica un poco el fenómeno de la “cúpula de calor” que está provocando temperaturas de 50 grados en Canadá y en USA, y cómo de fácil es que siga ocurriendo en cualquier parte del mundo cada vez con más frecuencia.

La crisis pandémica, que es un “teaser trailer” de lo que nos viene en las próximas décadas, ha dejado claro que las soluciones pasan por la responsabilidad mutua y la acción colectiva. Sin embargo, tenemos que tener claro que hemos educado a una buena parte de los jóvenes para que antepongan disfrute inmediato individual a cualquier otra consideración.

El macrobrote de Mallorca es un ejemplo más de ésto. En esta carta, la jefa de estudios de uno de los institutos cuyos alumnos organizaron por su cuenta la asistencia a la macrofiesta dice las cosas muy claras: “A veces pienso que el ser humano está mejor confinado. Luego pienso que la mezquindad es minoritaria y me consuelo un poco. Pero poco, porque si algo he aprendido este año, con toda la información que manejo como jefa de estudios adjunta, como coordinadora Covid y como rara avis que no entiende otra forma de vida que en sociedad, capaz de anteponer su grupo o a otro miembro de este frente a sí misma como ente individual, es que hemos vuelto a fracasar por culpa del individualismo, del egoísmo y de un egocentrismo mal gestionado.  “

El futuro no era que la tecnología nos quitara el trabajo y nos sustituyera por robots: era que apoyadas en la tecnología, las empresas nos hagan trababajar como si fuéramos robots: “Automation hasn’t replaced all the workers in warehouses, but it has made work more intense, even dangerous, and changed how tightly workers are managed. Gig workers can find themselves at the whims of an app’s black-box algorithm that lets workers flood the app to compete with each other at a frantic pace for pay so low that how lucrative any given trip or job is can depend on the tip, leaving workers reliant on the generosity of an anonymous stranger. Worse, gig work means they’re doing their jobs without many typical labor protections. In these circumstances, the robots aren’t taking jobs, they’re making jobs worse. Companies are automating away autonomy and putting profit-maximizing strategies on digital overdrive, turning work into a space with fewer carrots and more sticks.”

Recomiendo muchísimo este juego/documental al estilo de los libros elige-tu-propia-aventura que trata, precisamente de los libros elige-tu-propia-aventura (aunque también sobre otros temas, como la obsesión o las decisiones vitales). He logrado desbloquear 2 finales, ¡pero al parecer hay 6 posibles!

Un poco de música de chills (y libre de derechos) nunca viene mal, pero si viene acompañada por esta animación de deathburger, entonces la cosa ya es de 10.

Los temas de IRYS se mueven un poco entre lo siniestro, lo cyberpunk, y la nostalgia ochentera, ¿es que hay que elegir?