Uno de los factores causantes de la escasez generalizada de productos es, según apunta este artículo, un fervor especial por la metodología JIT (Just in Time), popularizada por Toyota y que trata de reducir costes y espacio de almacenamiento sincronizando casi al milimetro los tiempos de fabricación y suministros de proveedores.
En general, JIT es muy buena idea, y de ahi su popularización. Pero cuando hay una contingencia como la pandemia que seguimos atravesando, ser muy dependiente de unos pocos proveedores y mantener poco fondo de stock pueden ser los ingrendientes perfectos para el desastre.
“Fuimos demasiado lejos”, dijo Alicke en una entrevista. “La forma en que se evalúan los inventarios cambiará después de la crisis”. Muchas empresas actuaron como si la fabricación y el envío estuvieran libres de contratiempos, agregó Alicke, sin tener en cuenta esos problemas en sus planes comerciales. “No se contempla ningún riesgo de interrupción ahí”, dijo.”
En USA, uno de cada cinco profesionales sanitarios está abandonando sus trabajos. Ya no sólo es por las malas condiciones laborales, o por el estrés de haber estado completamente desbordados en los peores momentos de la pandemia. En algunos casos, es también porque empiezan a pensar que los pacientes no nos merecemos su trabajo:
“COVID patients are also becoming harder to deal with. Most now are unvaccinated, and while some didn’t have a choice in the matter, those who did are often belligerent and vocal. Even after they’re hospitalized, some resist basic medical procedures like proning or oxygenation, thinking themselves to be fighters, only to become delirious, anxious, and impulsive when their lungs struggle for oxygen. Others have assaulted nurses, thrown trash around their rooms, and yelled for hydroxychloroquine or ivermectin, neither of which has any proven benefit for COVID-19. Once, Americans clapped for health-care heroes; now “we’re at war with a virus and its hosts are at war with us,” Werry told me.”
Hemos visto a Google y Facebook contratar investigadores en ética de AI y otros campos, con el objetivo de tratar de mejorar la responsabilidad ética y social de sus algoritmos y plataformas. Y también hemos visto que, cuando estos investigadores llegaban a conclusiones incómodas para sus empleadores, su investigación era enterrada o, sencillamente, se les despedía.
Afortunadamente, también hay plataformas que han hecho precisamente lo que había que hacer: publicar y responsabilizarse de los hallazgos de los investigadores que contrató. Es el caso de Twitter.
“Twitter has admitted it amplifies more tweets from right-wing politicians and news outlets than content from left-wing sources. The research found that in six out of seven countries, apart from Germany, tweets from right-wing politicians received more amplification from the algorithm than those from the left; right-leaning news organisations were more amplified than those on the left; and generally politicians’ tweets were more amplified by an algorithmic timeline than by the chronological timeline.”
“Twitter thinks algorithms can be saved. One possible response to the idea that all our social feeds are unfathomably complex and cannot be explained by their creators is that we should shut them down and delete the code. Congress now regularly introduces bills that would make ranking algorithms illegal, or make platforms legally liable for what they recommend, or force platforms to let people opt out of them.”
Esta nueva legislación portuguesa me parece muy buena idea. Lo deprimente quizá es algo que se transpira de la declaración: que tenemos completamente asumido que durante parte de nuestra jornada somos “recursos”, y como recursos, no somos dueños de nuestras vidas. La lucha ya se reduce a, sencillamente, no tener que ser un recurso las 24 horas del día. Y ya hay quien está tachando eso de “radical”. En fin.
“Como legisladores, consideramos que se trata de una medida imprescindible para reforzar los límites necesarios para un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal. Debe haber una frontera entre el tiempo en que prevalece la autoridad del empresario y el tiempo en que debe prevalecer la autonomía del trabajador. Debe haber una frontera entre el tiempo en el que un trabajador es un recurso al servicio de la persona que paga su salario y el tiempo en el que debe ser el dueño de su vida, que no es todo trabajo.”
Olvídense de drones o satélites espías: lo que lo peta ahora mismo en el Pentágono son los globos estratosféricos.
Por otra parte, también hay innovaciones tecnológicas bonitas y que no tienen que ver con pegarle tiros a gente, como este juguete que permite a los perretes hacer videollamadas.
Después de 8 años desde su último tema, Kavinsky ha vuelto. Este tema de adelanto del que podríamos considerar “padrino del synthwave” tiene muy buena pinta y presagia la llegada de un gran disco.