An0m era el smartphone definitivo para los paranoicos de la privacidad: con un hardware modificado para no tener cámara, micrófono, o gps, con una app de mensajería cifrada e hiper-secreta (para abrirla había que introducir cierta suma clave en la app de calculadora), y vendido sólo a través de una red de confianza, al margen de los canales de distribución normales. Una lástima que en realidad fuera el cebo de una complicada operación conjunta de la policía australiana y el FBI, con el objetivo de capturar narcotraficantes: “An0m was marketed and sold not so much to the security conscious as the security paranoid; its embedded suite of anonymising digital tools went far beyond the requirements of the average user. According to Australian police, it was the ideal telecommunications channel to arrange the safe passage of A$64m of cocaine across the world. An0m was not, however, a secure phone app at all. Every single message sent on the app since its launch in 2018 – 19.37m of them – had been collected, and many of them read by the Australian federal police (AFP) who, together with the FBI, had conceived, built, marketed and sold the devices. (…) Agents reasoned: what if, rather than attempting to infiltrate an existing encrypted phone network, we built our own?”
El turbocapitalismo era esto: cuando la erupción del volcán de La Palma todavía no ha terminado, y ante la catástrofe material y de medios de vida (que no de vidas humanas, afortunadamente) que están sufriendo sus habitantes, el mercado reacciona inflando alquileres para sacar tajada de los damnificados, u organizando excursiones para turistas: “Ya hay empresas que organizan viajes de ida y vuelta para ver el nuevo volcán de Cumbra Vieja. En internet ofrecen sus servicios con la posibilidad de visitar la zona saliendo desde cinco lugares diferentes de La Palma “¿Has visto alguna vez un volcán en erupción? Con este transfer podrás ir a varias zonas seguras y alejadas desde donde podrás contemplar esta belleza de la naturaleza como nunca te habías imaginado”, se puede leer en uno de esos anuncios.”
Si en Taiwan, supuestamente una de las regiones del mundo con más días de lluvia al año, están atravesando una sequía que está impactando a granjas, a la industria de microchips, o que ha obligado al gobierno a cortar el suministro de agua a la ciudadanía dos días enteros a la semana, pues es que se nos vienen curvas.
Si seguís en Twitter al santo patrón de esta recopilación (William Gibson, @GreatDismal), ya os será familiar la profusión con la que usa el Retuit para mostrar sutilmente que, poco más o menos, cada vez nuestro mundo está más cerca de ser una de sus novelas. O casi peor: con villanos más incompetentes: “Here’s what the mind that predicted late-stage capitalist tech hell does: wordlessly observes like a retweet bot broadcasting our descent into madness in real-time. (…) The only truly disappointing inconsistency between his early work and now is that the protagonists and semi-human despots in the Neuromancer series are smarter and savvier than our real-life operators. (…) Last year, Gibson told NPR a more eloquent version of the same thing: “Cyberspace, as described in Neuromancer, is nothing at all like the internet that we live with,” he said, “which consists mostly of utterly banal and silly stuff.”
Hablando de descensos a la locura, Jeff Vogel (fundador de Spiderweb software, también conocido como el señor que hizo Exile o Avernum) relata en clave jocosa un viaje a Las Vegas post-Covid, la ciudad que quizá sea una de las metáforas definitivas de nuestros tiempos: “It is a special sort of reality bubble that makes its own reality-defying truth. In Las Vegas, building a city in the middle of a desert is a good idea, your cocktail waitress actually likes you, and poker is a game of skill. (…) When we visited, the temperature outdoors peaked at 115. The entire region was in the grasp of a crippling drought. The dams that keep the entire region functional (i.e. air-conditioned) were close to no longer working. Supply chain meltdowns cause McDonalds to run out of cups. Or meat. Considering that, even on its best days, Las Vegas is a searing affront to the eyes of God, there was a delightful End of Days feeling to the proceedings.”
Me parece muy curioso que, como parte de la campaña de marketing de una película en Netflix, se lance un juego indie con estética fuertemente retro (y que además tiene muy buena pinta).
Y hablando de jugar, la gente de Critical Role lleva varios años deleitando al respetable emitiendo en directo sus partidas de rol de mesa, y todavía mejor, viviendo de ello. Este one-shot especial de horror sci-fi que rinde tributo a las grandes películas del género (Alien, sobre todo) es super-recomendable, incluso si nunca has jugado una partida de rol. Además de lo bueno de las interpretaciones, de los chascarrillos, y de lo bien que se lo pasan (para mí, lo más importante para ver una sesión de rol “desde fuera”), el final es sorprendente y emocionante.
Y para cerrar en la vena de ci-fi y frikismo, después de muchos años me he reenganchado de nuevo a Machinae Supremacy, que con este nuevo single van poniéndonos los dientes largos mientras llega su nuevo álbum.