20240522

A veces da la impresión de que los billonarios tech no acaban de pillar las distopias de ciencia-ficción, y las ven como escenarios deseables. El reciente anuncio de ChatGPT 4 recuerda instantáneamente a la película Her (casualmente, la favorita de Sam Altman), y la voz del bot a la de Scarlett Johansson, quien interpretaba a la IA de la película. Voz que ya ha sido retirada tras las acciones legales de la actriz, que rechazó trabajar en el proyecto y cuya identidad y estilo fue plagiado por OpenAI igualmente. Esto que le han hecho a la estrella es lo que OpenAI y otras corporaciones IA hacen a todos los artistas: robar sin miramientos su trabajo, su estilo, y si pueden, hasta su identidad. La diferencia es que Johansson sí que tiene recursos suficientes para plantar cara a la corporación.

Por supuesto que hay usos muy interesantes de este agente conversacional (traducción en vivo, asistencia a invidentes), pero en realidad los asistentes de voz no son nada nuevo. La novedad aquí es que el bot se parece extremadamente a una persona real. Y cuanta más relación parasocial con la corporación, pues mejor para la corporación.

“Maybe media literacy is low on the wish list for Big Tech CEO attributes. But as long as this keeps happening, it’s worth calling out. If we’re building toward a certain vision of the future, it’s worth understanding which sci-fi sacred texts are guidebooks and which are cautionary tales. Being friends with AI will be so much easier than forging bonds with human beings. That doesn’t mean it’s better. Sometimes it’s much worse.”

Mientras, algunos algoritmos ya llevan años tomando decisiones fundamentales en la vida de algunas personas. Es el caso de RISCANVI, el algoritmo usando en cárceles catalanas para conceder permisos de salida y otros beneficios penitenciarios, y cuya funcionamiento lleva siendo una caja negra opaca durante 15 años, incluso para los propios jueces y funcionarios.

“RisCanvi antes era palabra de Dios y no se podía contradecir. Pero ahora tienen interés en ver cómo funciona. Porque se percatan de que esto no deja de ser un algoritmo y a veces falla, como también puede fallar la valoración de un psicólogo o trabajador social”, asegura.”

“El letrado pone como prueba el hecho de que varios jueces de vigilancia penitenciaria se están interesando en los últimos años por un curso anual organizado desde el ICAB y en el que un representante de la Generalitat acude para hablar sobre este protocolo de gestión del riesgo. “¿Por qué? Porque ellos mismos se encuentran que RisCanvi es un algoritmo que nadie sabe cómo funciona, que nadie sabe cómo va, que hay veces que acierta y hay veces que no”.”

A pesar de que la desconexion digital en el trabajo es un derecho reconocido, la cruda realidad es que se está aplicando poco y mal:

“El email de un compañero que respondes antes de acostarte. Los mensajes que revisas por la mañana, antes incluso de salir de la cama. La llamada urgente que atiendes el fin de semana. El fuego laboral que apagas a distancia mientras recoges a los niños. Todas estas situaciones tienen un impacto en la salud de los trabajadores y, aunque es un derecho reconocido en España, la desconexión digital se aplica poco y mal. Desde 2019, las empresas están obligadas a contar con una política interna en la que desarrollen cómo se lo garantizarán a sus empleados y empleadas, pero son minoría las que lo introducen en sus convenios. De todos los que se firmaron en 2023, solo 114 —el 8,4% del total— hacían referencia a él y tan solo 26 desarrollaban un verdadero protocolo, según los datos recabados por la Unión General de Trabajadores.”

El verano pasado no fue sólo el verano más calido desde 1850, si no que probablemente ha sido el más cálido de los últimos 2000 años. Y lo que nos queda todavía por ver.

“Con este foco más amplio, descubrieron que el verano de 2023 superó en 2,20ºC la media del período de más largo plazo desde el año 1 a 1890. Por eso, califican de “alarmante” el hecho de que en el verano de 2023 las temperaturas fueran 2,07ºC más calurosas que las de los primeros registros instrumentales. Y lo califican así recordando que el acuerdo de París contra el calentamiento (2015) se pone como meta lograr que el calentamiento mundial no sobrepasen los 1,5ºC.”

Y aunque la crisis climática pinte muy mal, creo que son importantes artículos como este, que nos indican que el pesimismo y la desesperanza climática en realidad solo benefician al status quo, a la inacción, y a la ola negacionista reaccionaria.

“Collective doubt in our ability to respond to the climate crisis is by now dangerously pervasive. Beyond climate scientists, it’s shared by politicians and some young people. It’s also shared by some philanthropists who fund climate NGOs, and by many who work in those NGOs. It is shared by some financiers, and some of those who work in companies struggling to reduce their emissions.”

“A sense of despair is understandable, but it robs us of our agency, makes us vulnerable to mis- and disinformation, and prevents the radical collaboration we need. Doubt holds us back from taking bold action, which is why it is strategically seized upon by incumbents, who have invested millions of dollars (probably much more) in sowing uncertainty around the climate crisis and its solutions among the general public.”

Otra razón para mirar con optimismo al futuro, más pequeñita pero no por ello menos importante, es que el elenco de Enano Rojo regresará en 2025 con 3 nuevos episodios. Además, yo tengo la teoría de que cuanto más avanzada es la edad de los actores protagonistas, más se amplifica la verdadera esencia Enanorojil.

The Strike continua en su vena retro-pop con un nuevo single y el resultado es, al menos para mí, fantástico.

 

20240510

Reconozco que soy un nostálgico del Internet de los 90s, donde las corporaciones y sus plataformas no habían monopolizado nuestro uso de la web, y donde todo era más un entramado descentralizado de entusiastas que hacían las cosas de forma más respetuosa. En este artículo se nos hace ver que, en realidad, esa web sigue ahí, esperándonos.

“The thing is: none of this is gone. Nothing about the web has changed that prevents us from going back. If anything, it’s become a lot easier. We can return. Better, yet: we can restore the things we loved about the old web while incorporating the wonderful things that have emerged since, developing even better things as we go forward, and leaving behind some things from the early web days we all too often forget when we put on our rose-colored glasses.”

Mientras, en las elecciones Indias ensayan ya lo que fácilmente puede venirnos a nosotros dentro de poco: una campaña electoral con alto grado de contenido generado por IAs.

“Political parties are willing to invest millions in a technology-driven campaign if it achieves their objectives, Shankar said. If a party is trying to run a campaign which could “touch almost every person in [their] state,” even a fee of $10 million “becomes a very average figure” to pay, he said.”

But despite AI companies like Avantari turning down requests for political deepfakes, several such videos have circulated on the Indian internet this election season. Some recent viral deepfakes showed prominent Bollywood celebrities Aamir Khan and Ranveer Singh criticizing Modi.”

Las IAs generativas también permiten acercarnos, aunque de forma bastante cutre, a un tema ampliamente explorado en la literatura de ciencia-ficción: la reconstrucción digital de una persona ya fallecida. Aunque las IAs que tenemos ahora solo sean capaces de generar tuits al estilo del fallecido, o simular su voz, eso ya puede tener un impacto no siempre positivo sobre el proceso de duelo y nuestra memoria de la persona que hemos perdido.

Y por otra parte, ahora hace falta hasta hacer SEO en los currículums para que pasen los filtros automáticos y una persona real llegue a poder considerarnos para un posible empleo. ¡El futuro era esto!

Alguien en Apple ha visto que los videos con prensas hidráulicas aplastando sandías tenian muchas visualizaciones en TikTok, y se les ha ocurrido este spot para el nuevo iPad, en el que metafóricamente se aplastan siglos de arte y creatividad humanos con una prensa gigante. En su cabeza debía ser espectacular.

“The last time Apple used this shtick, writers and actors in Hollywood hadn’t spent half a year campaigning to protect their jobs from AI. Game studios hadn’t laid off thousands. AI musicians hadn’t proliferated on YouTube and TikTok to the fury of the record labels and artists, and the Tupac Shakur estate hadn’t issued its first AI rap beef cease and desist order. The last time Apple did this, people weren’t talking quite as urgently about AI automation snapping up all the jobs humans once held.”

“The conversation on computers and automation has changed lately, and Apple, which was caught flat-footed last year with the proliferation of AI, just stepped right on the rake. Next time, Apple, perhaps read the room instead of just crushing it slowly with a hydraulic press.”

Una de los factores que más se sacan a la palestra sobre el origen de la creciente ola reaccionaria es el descontento que produce la desigualdad capitalista, y la poca o nula acción de gobiernos socialdemócratas para atajarla. Pero este artículo nos trae otra perspectiva: la del resentimiento de dejar de ser protagonistas.

“Hoy, grupos subalternos infrarrepresentados o invisibilizados en la historia contemporánea irrumpen en la escena planteando nuevas reivindicaciones con nuevos liderazgos y epistemologías, al producirse una dislocación del mito de Occidente hacia un mundo mucho más diverso.”

“La extrema derecha es eso, una reacción de los que están perdiendo privilegios o temen perderlos y, por ello, el sentimiento a manipular es el resentimiento. No es el enfado, ni la ira, ni el desencanto político, sino la victimización resentida, la apelación al narcisismo herido de quien siente que ha perdido su papel protagónico en la historia, en su casa o en su trabajo. El aumento del militarismo y la guerra forman parte de esta reacción violenta a un mundo que les desplaza y, también, una reacción a la ola que los está descabalgando.”

Desgraciadamente, tengo cero ganas de ver como una de las multinacionales más nocivas del planeta adapta una de las obras de arte anticapitalistas que más cerca han estado de convertirse en mainstream.

Mil aplausos a este temarral de Macklemore, que junto a las movilizaciones estudiantiles contra el genocidio que comete el estado Israelí en Gaza, trae una necesitada dosis de esperanza.