20211118

Joanna Stern ha pasado 24 horas jugando, trabajando, y casi durmiendo en el Metaverso actual para el Wall Street Journal.

La conclusión: buena parte de la experiencia es insufrible, pero también hay un potencial claro en algunas aplicaciones: reuniones de trabajo y sociales, donde la sensación de “presencialidad” es mucho más grande.

Quizá el problema del metaverso no es la idea en sí, que desde luego puede tener sus aplicaciones, nichos y ámbitos de utilidad.

Más bien, el problema verdadero es que vaya a ser diseñado y construido por Facebook para seguir extrayendo plusvalía y rentabilidad de nuestra existencia y comportamiento: “The announcement of Meta, the company’s VR and AR-forward rebrand, is the culmination of a vision that should have been obvious from the start. In 2021, Facebook’s colonization of social data has eclipsed the internet as we know it, and its ambitions now demand the creation of a new reality where intimate data about our social and physical behaviors can be captured and exploited for profit. (…) In other words, Meta represents a massive investment into the very kind of algorithmic manipulation for which Facebook has been repeatedly maligned.”

En este artículo de La Intersección se hace un buen repaso al meme como fenómeno, hecho cultural, y herramienta para construir narrativas.

Aunque, claro, igual que La Fuerza en Star Wars, tiene su reverso tenebroso: “En la virtud está la trampa. Precisamente lo que acabamos de subrayar, el carácter ligero y gracioso de los memes, es lo que puede llegar a ser peligroso desde el punto de vista de las estrategias narrativas. Por ejemplo, los memes pueden banalizar mensajes racistas, machistas u homófobos con mucha facilidad. Con la excusa de que son solo bromas, los discursos de odio van saltando de mente en mente como caballos de Troya y de eso saben muchos los comunicadores de la ultraderecha.”

Wang Yaping ha sido la primera mujer china en hacer un paseo espacial, y eso está muy bien. Lo que no está tan bien es que las alabanzas del gobierno chino perpetuen estereotipos sexistas, justamente en un logro como éste.

“Despite the flowing praise for Wang from official channels and state media, much of the coverage also included gendered language that perpetuated stereotypes on the differences between men and women.”

“For instance, female astronauts supposedly have the advantage of having a “gentle personality (that) is good for teamwork,” according to the Global Times. The same article, citing a retired space researcher in Beijing, added that female astronauts are “more stable with adaptable mental states,” are “more sensitive to any problems in their surroundings,” and are better at communication than their male counterparts.”

Este artículo es de lo mejor que he leído esta semana, y abre un melón importante sobre la sociedad española. En nuestro sistema económico, la desigualdad no es sólo entre clases, sino entre generaciones: una generación (babyboomers) que, con menos preparación, y teniendo que competir menos, ha alcanzado condiciones más favorables y se ha fortificado en ellas, impidiendo el paso a las generaciones posteriores, y evadiendo la culpa de la degradación del mercado laboral, el aumento de la desigualdad, o la crisis climática:

“Hablar de generaciones es generalizar mucho, pero creo que los boomers han perdido la perspectiva sobre cómo han gestionado la situación en la que estamos”, considera Fernando Arancón, de 29 años y director del medio de análisis internacional El Orden Mundial. “Dónde estamos ahora es consecuencia directa de su gestión de las pensiones y del mercado laboral. Yo en los 90 y 2000 no voté, yo no he avalado la burbuja inmobiliaria, ni el dar dinero a los bancos, ni he pedido hipotecas al 120%. Eso lo hizo la generación de mis padres. Nosotros asumimos una herencia y ellos generan un discurso exonerado de culpa. Se desentienden, es todo muy exculpatorio: esto ha pasado pero los jóvenes no luchan como nosotros luchamos por las pensiones”.

“Los baby-boomers se encontraron con el desarrollismo y con una gran etapa de crecimiento económico. Hay un período de treinta años en España en el que el PIB solo baja un año hasta 2008. Hay paro estructural, pero en general las perspectivas son mejores. Encuentran trabajo en la industria, porque hay. Y las élites son, con treinta años, directores de periódico y catedráticos de universidad. Antonio Franco, que acaba de morir, fue director de El Periódico de Catalunya con 31 años. Entraron en todas partes y económicamente lo tuvieron más fácil. Con una tercera parte del sueldo de una pareja se podían comprar su piso. Mi tesis, que no es original y se da en todo Occidente, es que son los únicos que van a vivir plenamente el estado del bienestar y el modelo socialdemócrata posterior a la Segunda Guerra Mundial”.

Mientras, a los millenialls y posteriores generaciones se nos intenta animar a ser celebrities en plataformas sociales como una “carrera profesional” a la que podemos aspirar. Pero viendo el caso de tiktok y la influencer sobre la que habla este artículo, el único negocio es el que tienen las plataformas.

Convertir la nostalgia en un producto también es una cosa muy millenial, aunque es dificil resistirse cuando se hace tan bien como lo hace Nintendo con esta Game&Watch, que contiene 3 juegos clásicos de 8 bits de la franquicia Zelda.

Y ya puestos a terminar con nostalgia, este especie de cortometraje musical huele a puro Carpenter (pero un poquito más cyberpunki).