20201202

Gracias a este artículo he descubierto el mundo (casi industria) de los Virtual Streamers (o VTubers): streamers de contenido, principalmente de videojuegos, que no aparecen en persona en sus videos, sino que usan un “doble 3D” que controlan con sus gestos y expresiones en cámara. Normalmente se recurre a animadores/modeladores 3D para “fabricarlos”.

Y como todo en la vida, cuando no hay un contrato bien escrito donde se licencie de forma clara el alcance de uso de esta obra 3D, pueden surgir litigios como los comentados en el artículo: “If a Vtuber relies on an outside artist to create their character, the Vtuber will need to ensure they get all of the rights they need in order to continue streaming as that character, modify that character later, and market merchandise using that character’s image. That means Melody’s artist might have a case: though she can defend herself with receipts, intellectual property experts say there’s little substitute for a clear contract outlining exactly what she’s able to do with her body, even if she otherwise created the character and commissioned the art.

En esta hiper-aceleración del ciclo de información que nos ha tocado vivir, esta semana pasada asistimos a cómo los tuits de Elena Cañizares sobre el comportamiento egoísta de sus compañeras de piso se viralizaba en twitter, después aparecía en medios y radio, después era cortejado por multitud de marcas, y después comenzaba a hartarnos.. todo en menos de 24 horas. Este artículo hace buen repaso del fenómeno y de algunas conclusiones que revela:  “Según Molly Crockett, una psicóloga de Yale que lleva años investigando la naturaleza del escándalo moral digital, las redes sociales desconectan nuestras expresiones de nuestras experiencias morales reales. Podemos escribir un tweet indignado sin estarlo en absoluto. Además, dice Crockett, estar expuesto a un continuo escándalo online nos ha hecho propensos a escandalizarnos más, ya que tenemos el músculo de la indignación muy trabajado.”

En esta pandemia no sólo se contagia la Covid-19, también la xenofobia y el racismo parecen extenderse.. o más bien la pandemia se usa de excusa para sacar a relucir un fuerte racismo estructural ya existente: “El boletín de junio de la FRA recopila evidencias de que “la pandemia es usada cada vez más como pretexto para agredir a minorías que ya sufren discriminación racial y crímenes de odio, como los migrantes, los descendientes de inmigrantes y los gitanos, en particular en las redes sociales”. (..) “Las conductas racistas no son exclusivas de individuos ignorantes o declaradamente racistas”, escriben los sociólogos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) María José Aguilar Idáñez y Daniel Buraschi. “Son elementos latentes en nuestro horizonte cultural y pueden resurgir fácilmente en momentos de crisis, miedo o incertidumbre”.” 

La semana pasada, Motherboard reveló documentos que detallan cómo Amazon ha estado usando a la agencia de detectives-espías Pinkerton (y sus subsidiarias internacionales) para espiar y vigilar a empleados y sindicalistas. No solo es anti-ético, en la mayoría de países en los que esto ha sucedido es ilegal.

Para más inri, por la parte que nos toca en España, el actualmente imputado socio de Villarejo (Antonio Giménez Raso) participó en el operativo organizado por Amazon para vigilar a empleados y sindicalistas durante la  huelga de centros logísticos y transportistas del pasado 30 de octubre de 2019. Quizá no quede tanto para volver a 1892.

Hablando del siglo XIX, en este artículo se relata la búsqueda de la posible autoría de una de las primeras novelas de ciencia-ficción estadounidenses (para la que ha sido necesaria la asistencia de sistemas de inteligencia artificial, por supuesto).

Hace ya un año esta recopilación incluía en su primerísima edición algunos cyberdecks. Así que, continuando con la tradición, este pequeñín tendrá usos limitados en lo práctico, pero .. ¿y lo que mola?

Aunque si los ordenadores de bolsillo no van contigo, ¿qué tal 7 pantallas plegables? ¡Eso sí que es práctico!

Por suerte, el siglo pasado vino caracterizado por objetos mejor diseñados y más útiles que los que se muestran en los dos anteriores enlaces. En esta web de CNN se puede ver un repaso a una selección de ellos, aunque choca que no se incluya ningún ordenador personal en la lista (si no consideramos al iPhone como ordenador personal).

Al principio parece un homenaje a Karate Kid/Cobra Kai, aunque hay plot twist al final que podría considerarse tributo a otra serie.