20201015

En las primeras elecciones post-Cambridge Analytica de USA estamos más pendientes que nunca al efecto de las campañas de desinformación sobre el voto, pero después de que el Cleptócrata en Jefe haya amagado un par de veces con no reconocer el resultado de las elecciones (si pierde, claro), las campañas de desinformación tras las elecciones pueden ser incluso más cruciales que las que influyan antes de la votación.

Con el advenimiento de TikTok, en USA comienzan ahora a experimentar el Internet que el resto conocemos de toda la vida: un Internet cuyas grandes plataformas no están sujetas a las regulaciones, obligaciones, o cultura del país en que residen sus usuarios: “TikTok is introducing Americans to a question that Europeans have struggled with for 20 years: a lot of your citizens might use an Internet platform created somewhere that doesn’t know or care about your laws or cultural attitudes and won’t turn up to a committee hearing“.

Y justamente en Alemania se están multando prácticas que tradicionalmente relacionamos con plataformas digitales, pero que otras empresas más “clásicas” no tienen reparos en aplicar a sus propios empleados.

Aunque las multas son un buen comienzo, probablemente se pueda avanzar mucho más: “Una multa tan alta supone una señal importante, pero en mi opinión las multas no son suficientes para hacer frente a estas prácticas en las organizaciones que ponen por delante el negocio económico”, dice a elDiario.es Sascha-Christoper Geschke (..) Lo que sí haría más falta son instancias dedicadas a realizar controles en las empresas, digamos cada dos años. La idea es que estas instancias comprueben si las empresas están cumpliendo con las reglas de protección de datos”.

Mientras, una de las empresas “primas” de Google ya está probando los primeros taxis sin conductor en Arizona, un hito que ha pasado un poco desapercibido (a nuestro parecer) en los medios durante la semana pasada.

Ante la evidencia de que los recursos de la biosfera son finitos, de que el sistema económico no puede crecer indefinidamente, y de que la narrativa que identifica progreso social con beneficio individual es poco más que un cuento, una nueva generación está empeñada en movilizarse e intentar construir futuros mejores.

Este pequeño juego indie ha sido un fenómeno, y en este artículo se apunta a alguna de las razones: para jugarlo hay que pensar, investigar, fingir, y socializar.

Pues si es pixel art, y en el titular lleva las palabras “cyberpunk”, “retrowave”, y “1980s”, ¿cómo esperáis que no incluyamos esto en la recopilación?

Los chicos de Disco Bambinos han entrado en un frenesí youtubero y han lanzado en su canal siete mixtapes en apenas dos semanas. De momento, nuestra favorita es ésta.