20221213

Si no conoces a Cory Doctorow, periodista, co-editor de BoingBoing, y autor de ciencia-ficción, esta entrevista es una muy buena manera de conocerle. Y si ya le conocías, leéla igualmente: sus perspectivas sobre el estado de descomposición de la industria Tech de Silicon Valley, de la literatura Cyberpunk, de nuestra relación con la tecnología, o el futuro de las IAs, son siempre interesantes.

“Look at these completely ordinary mediocre monopolists, doing what monopolists have done since the days of the Dutch East India Company, with the same sociopathy, the same cheating, the same ruthlessness—we should do unto them as we did unto the Rockefellers and the Carnegies and so on. And that strain of techlash, I think, rightly views the cyberpunk motifs as fiction that has been mistaken for reality, the same way Elon Musk mistakes the fairy tales about unitary inventors—who, in their lab, create a faster-than-light machine or whatever—for a thing that actually happens in the world, as opposed to a kind of juvenile fantasy, and then declares himself to be Iron Man.”

“Cyberpunk was a radical literature. And, if you’re going to radicalize people, you have to engage with computers as they are so that people understand that you’re not making up a fairy tale but reflecting on their actual lived experience about things that can happen, do happen, and could be better.”

Si estas últimas semanas no has probado ChatGPT, o al menos has oido hablar de la nueva herramienta de generación de texto de OpenAI, es muy posible que hayas estado dentro de una cueva (y te envidio un poco). Desde luego, la herramienta muestra muy bien las capacidades del modelo GPT-3, pero como apunta Delia Rodríguez en su newsletter, el que sea capaz de generar texto coherente nos hace atribuirle veracidad y capacidades que la IA, simplemente, no puede tener.

“Para el ser humano, que estructura el mundo en forma de narración para comprenderlo y que necesita atajos mentales para ser eficaz, la verosimilitud es más importante que la verdad. El truco de ChatGPT es que te miente de una forma extraordinariamente convincente. Nos resulta familiar.”

“Los últimos años nos han preparado para un mundo en el que “mi verdad” es igual de válida que “la verdad”. Quienes están tranquilos porque la inteligencia artificial todavía no es certera porque falla en cálculos (hemos inventado un ordenador malo en matemáticas, dice Anil Dash), miente o no resuelve acertijos éticos clásicos no han entendido nada. Si para el ser humano la seguridad es más importante que la capacidad y la verosimilitud que la verdad, ¿por qué no va a serlo para la máquina que nos imita y mejora?”

Mientras tanto, Stack Overflow (uno de los repositorios de conocimiento sobre desarrollo de software más importante de Internet), ha tenido que prohibir temporalmente las respuestas generadas con OpenAI justamente por esto: que ChatGPT sea capaz de generar texto verosímil, no quiere decir que esté entendiendo nada de lo que se le pregunte o de lo que responde (no puede hacerlo).

“Since launching, it’s been prompted in numerous ways, including to write new code and fix coding errors, while the chatbot can ask for more context when a human asks it to resolve coding problems, as OpenAI sets out in examples. But Open AI also notes that ChatGPT sometimes writes “plausible-sounding but incorrect or nonsensical answers.”

Si hace un par de décadas nos hablaran de un mundo en el que se nos graba con una cámara desde el momento en el que nacemos, nos habría sonado a distopía autoritaria de ciencia-ficción. Pero en realidad, no hace falta ningún Ministerio de la Vigilancia: las propias familias suben los partos a redes sociales.

La espiral de chaladura de nuestro billonario menos favorito va en caída libe. Como resume este tweet: “Publica mails internos de Twitter en un intento desesperado por que Trump vuelva a Twitter. Trump no vuelve. Musk dice que ahora corre riesgo de ser asesinado por la izquierda. Va a un evento multitudinario aun así. Lo abuchean. Se vuelve full tránsofobo y antivacunas.” 

Lo que quizá acabe por tener consecuencias más graves (para él, y para Twitter) es que Musk ya no se limita a buscar enemigos en movimientos progresistas o músicos: ahora le toca a la mismísima Apple.

“While Apple seems likely to refuse to grant Twitter any special treatment, Musk has successfully painted a target on its back. With Republicans gearing up for the 2024 election, that could cause real headaches for Apple — even if it doesn’t solve many problems for Musk.”

Si tenéis hijos no hace falta que os diga nada de la temporada de virus que niños y niñas de todo el mundo están sufriendo en los últimos meses. En este artículo se intenta apuntar a alguna de las posibles razones tras este grave e inesperado resurgimiento vírico:

“What is happening to us? If, like me, you’ve scoured the internet through bloodshot eyeballs while listening to your child’s chest-rattling coughs all night, you already know that the available information is neither entirely clear nor particularly reassuring. This year’s “tripledemic” — the dreaded collision of covid, RSV and the flu — is unprecedented in recent history, its origins mysterious, possibly attributed to “immune debt” or “viral interference” or to the way the masses have changed their behavior through the course of the pandemic.”

¿Quieres saber en todo momento cuánto de tu vida (supuestamente) has consumido ya, pero no sabes cómo hacerlo? El shortlife es tu solución.

Hace un par de semanas fallecía Christine McVie, vocalista y teclista de Fleetwood Mac, así que para recordarla aquí va uno de los temas que cantaba en mi disco favorito de la banda (Tango in the Night, de 1987).