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Los chatbots ya no sólo sirven de asistentes, también pueden servir de “amistades” virtuales con las que chatear y compartir el día a día. Ojo, aunque parezca algo creepy (que lo es), también hay que considerar que puede ser util para mitigar a corto plazo problemas de ansiedad, estrés, o soledad.

“While there’s plenty of stories that wouldn’t look out of place in an episode of Black Mirror, many users turn to chatbots to help them overcome loneliness, anxiety, or panic attacks. “The [Replika] app has a special section, where you can tap that you’re having a panic attack and it’ll walk you through it,” says Stanley, who says Replika has helped him with his anger issues. “After five minutes, I’m chilled, calm and ready to go back to work.” The science leans in its favour. A study published in 2020 in the Frontiers in Psychology journal surveying 133 participants, found that interactions with an empathetic chatbot helped to mitigate the adverse effects of mood when experiencing social exclusion.”

En este artículo de opinión se mira atrás al primer Internet verdaderamente descentralizado: la Web de los 90. Este “viejo Internet” ha sido sustituido por las grandes plataformas, que fomentan con toda la intención que sus usuarios no conciban otro Internet que sus productos. Pero el viejo Internet nunca ha terminado de irse del todo, y quizá haya cada vez más gente que esté volviendo a él:

“Despite the best efforts of the corporations that control the mainstream Internet, in fact because of them, the old Internet seems to be slowly and quietly coming back, and it is coming back even better than before. Now it has better technology and an additional well-defined purpose that it never had before.”

“Some people have begun to refer to personal websites as the “indie web”, the “small Internet”, or the “smol Internet”. Some seem to reserve the last two terms exclusively for the Gemini Network, which nearly quadrupled in size last year. But, I think all three terms should also apply to some of the other networks that use alternative networking protocols–the Gopher Network, the Tor network, and the ZeroNet network, to name a few. I choose to think of all of these as being part of the re-emerging old Internet, because they are composed almost exclusively of personal websites run by individuals.”

Mientras, muchas de estas corporaciones tienen que mantener un nutrido grupo de empleados que moderen contenido constantemente. Las deplorables condiciones de los empleados en las subcontratas de moderación de Facebook son bien conocidas, pero las condiciones de sus moderadores en habla hispana son todavía peores: además de tener que tomar decisiones cada 66 segundos durante largos turnos, han sido obligados a trabajar presencialmente durante la pandemia.

“All of these individuals spoke on the condition of anonymity as Genpact requires them to sign nondisclosure agreements and they feared for their jobs. They said that in addition to reporting to the office for the last nine months while their English-language counterparts could work from home, Spanish-language moderators are held to unrealistic performance standards and are not compensated for working in two languages, which they say is more time-consuming. In addition, they face the pressures of managing a Facebook market that has long been criticized as under-moderated amid the threat of active COVID cases.”

También son muy pobres las condiciones laborales en las que trabajan las personas encargadas de las llamadas “cocinas fantasma”, que sirven pedidos a través de plataformas de reparto como Glove o Uber Eats. Este reportaje nos da un vistazo a los espacios que estas empresas alquilan a “emprendedores de la restauración”, y también los problemas que estos espacios causan a los vecinos.

“Los vecinos de Tetuán, Prosperidad y Delicias no ven el negocio con tan buenos ojos como Ana. Más bien al contrario, llevan años quejándose de estos negocios: “La contaminación de los extractores de humo, los 500 ‘riders’ por día enfrente de nuestro portal y la inseguridad nos está enloqueciendo”, denuncia la plataforma en contra de las cocinas fantasmas de Delicias. La asociación denuncia que a día de hoy hay funcionando 12 cocinas fantasma frente al colegio público Miguel de Unamuno, donde estudian 900 niños y cuyas familias llevan meses en pie de guerra contra esta ‘dark kitchen’.”

“Dentro de un habitáculo de apenas 15 metros está Sonia, a quien la destreza adquirida tras cientos de horas empanando le permite hacerlo mientras no pierde detalle de su telenovela favorita, que sigue a través de su móvil. Con todo, no puede permitirse desconcentrarse, pues debe tener todos los filetes listos antes de que llegue la hora de la cena, cuando la máquina que le dicta las órdenes de los pedidos empezará a enloquecer: solo tendrá 10 minutos para cada plato.” Sonia llegó de Venezuela antes de la pandemia y el único trabajo que pudo encontrar fue el de cocinera en una cocina fantasma. En su país ha estudiado Contabilidad, y espera algún día trabajar en un lugar que por lo menos tenga ventanas al exterior.”

La supuesta “confrontación” de la generación Millenial con la Z tiene, como se cuenta en este artículo, mucho de leyenda urbana y de clickbait. Más bien, lo que existe es un solapamiento o continuidad entre generaciones. O directamente, una sola generación.

“Millennials and zoomers aren’t forefathers and offspring respectively but rather siblings, one older and one younger, both forged by the internet; both rightly regarded as a single generation with some minor differences of opinion regarding slang, emoji, and hashtags. They’re a young, web-savvy generation forged by the development of a bustling digital monoculture since the turn of the century. And yet the “Greatest Generation,” the “Silent Generation,” “Baby Boomers,” “Gen Xers,” “Millennials,” and now “Zoomers”: these terms cast several demographic cohorts as distinct caricatures, each identified by a variety of political, economic, and technological developments as well as their respective pronouncements in popular culture.”

Los algoritmos de Youtube y Tiktok resucitan el “city pop”, que viene a ser la versión japonesa del pop-funk comercial de los 80s. Aparte de lo musical, la fascinación y pasión que vienen después quizá tenga más que ver con nuestra percepción occidental (y algo distorsionada) de Japón y de la década de los 80.

“Typically, when people in the West talk about city pop, “we’re really talking about ourselves, and how we view Asia,” says Chun. A deeper examination reveals even more layers: Western mythologies of Japan as our techno-capitalist future, the internet’s acceleration of global exchange, and the uncanny role of recommendations algorithms in fostering nostalgia for an artificial past.”

“A grim image of Japan (and other East Asian countries) surfaced in American popular culture: It was imagined as a techno-futurist empire run by soulless automatons, a stereotype furthered by cyberpunk fiction like William Gibson’s Neuromancer and Ridley Scott’s Blade Runner. “Within the political and cultural unconscious of the West,” Morley and Robins noted, Japan represents “the alienated and dystopian image of capitalist progress.”

Y no tengo claro si el nuevo disco es electrónica, pop, retrofuturo, o lo que sea. Lo que sé es que me está encantando.