Esta época que nos toca vivir es quizá de las más fértiles en siglos para las teorías de la conspiración y las paranoias apocalípticas. Y, como en cualquier otra cosa, el sistema capitalista va a estar ahí para fomentar la creencia en la conspiración, cubrir las necesidades que genera, y extraer beneficios de ello (ya se trate de libros, conferencias, o ciudades-bunker): “The bunker business is just one instantiation, the grandest instantiation, of what you might think of as conspiracy capitalism. Conspiracy theories themselves are big business, of course, selling books, videos, conferences, and all kinds of merch. Then there is the economy that promotes conspiracy theories to sell goods such as supplements, survival gear, and yes, bunkers.”
Impactante, pero hasta cierto punto, poco sorprendente: una ex-empleada de Facebook relata los casos de abuso en la plataforma por parte de autoridades de diversos países para manipular opinión pública y elecciones, el escaso interés de la dirección de Facebook para detener o prevenir dichos abusos, y el tremendo impacto que la simple falta de tiempo de una empleada abandonada a su suerte por la dirección pueden tener en economías y países fuera de la órbita de USA y Europa: “As one of the few people looking for and identifying fake accounts impacting civic activity outside of “priority” regions, Zhang struggled with the power she had been handed. “We focus upon harm and priority regions like the United States and Western Europe,” Zhang wrote, adding that “it became impossible to read the news and monitor world events without feeling the weight of my own responsibility.” In Bolivia, Zhang said she found “inauthentic activity supporting the opposition presidential candidate in 2019” and chose not to prioritize it. Months later, Bolivian politics fell into turmoil, leading to the resignation of President Evo Morales and “mass protests leading to dozens of deaths.”’
Ampliando la información del enlace anterior, en El Diario prestan un poco más de atención a uno de las “operaciones inauténicas” detectadas por la ex-empleada de Facebook en España: el surrealista caso de los 672.000 bots que daban likes a la página en Facebook del Ministerio de Sanidad, y que las propias autoridades del Ministerio denunciaron a Facebook.
El periodismo digital sigue, en su mayor parte, ligado a imágenes y vídeos en 2D. En New York Times Research & Development nos dan una muestra de lo que puede suponer la realidad virtual y el escaneo-reconstrucción 3D de escenarios para contar historias periodísticas. El resultado es espectacular.
Dentro de la Future Conf Science Fiction que se celebró de forma online la semana pasada, esta mesa redonda es una muy buena introducción a una sub-corriente literaria de ciencia-ficción que prefiere imaginar futuros más optimistas y sostenibles: el Solarpunk.
Llegué a los vídeos de Youtube de carreras de canicas riéndome, y salí fascinado (y con cierto miedo a engancharme). Desde luego, funciona.
Este edificio de Paul Rudolph (y que se puede ver en varias escenas de la película Brainstorm) es de lo más ciencia-ficción que se ha construido, y ahora su supervivencia se ve amenazada por una posible demolición.
Cada vez tenemos más claro que, si queremos Cyberpunk, basta con poner un filtro de color rojo a nuestro día a día.