20200109

Si un androide está oficiando sesiones de oración budista (con bastante éxito, quizá con más público que sus homólogos humanos), el futuro que nos contaban en la ciencia-ficción ya está aquí.

Mientras tanto, el Primer Ministro de Australia se fue de vacaciones a Hawai en los primeros dias de los incendios (volvió tras la muerte de dos bomberos), y en declaraciones públicas ha tildado de “lunáticos” y “repugnantes” a los que piensan que los incendios están provocados por el cambio climático. Pues eso, como para no extinguirnos.

Además del contubernio con el gobierno chino que más o menos ya nos imaginábamos, el artículo original de Ross LaJeunesse detalla también otros temas, como las ansias del equipo de ventas de Google Cloud por firmar acuerdos con el gobierno saudí para hostear la infraestructura de aplicaciones gubernamentales como Absher, que permite a hombres saudís controlar la ubicación de sus esposas/hijas/hermanas y restringir su capacidad de compra de billetes de tren o de avión.

Interesante punto de vista: igual no recibimos visitas espaciales porque somos el equivalente a una aldea perdida en las montañas en la que no hay nada de interés y a la que no llegan las carreteras. Tendría sentido.

Se puede jugar directamente aquí. Para hacer ocurrir la maravilla, pulsa F1 y F2 en escritorio, o toca los extremos de la pantalla en tablet o móvil.

Mientras escribo esto, de verdad que espero que el primer presidente naranjoamericano de los Estados Unidos no haya declarado la guerra. Lo que está claro, como dice este artículo, es que la ciberguerra (la guerra fría de nuestro tiempo) lleva años sucediendo.

¿Shut up and take my money? Shut up and take my money.