20200401

Este relato de ciencia-ficción no lo ha escrito un algoritmo: más bien, un algoritmo ha analizado diversos relatos de ciencia ficción, y le ha dado reglas y directrices al autor, Stephen Marche, para que escribiera uno similar. El relato en sí me ha gustado, aunque me da la impresión de que esto era independiente de la “fórmula para el éxito” cocinada por el algoritmo.

De hecho, algunas de las reglas que concluyó el algoritmo son bastante tristes, y evidencian los sesgos que transmitimos al software que creamos: “The algorithm also told me what percentage of text should be dialog and how much of that dialog should come from female characters. This is where things get embarrassing. Turns out that, based on the stories I chose, only 16. 1 percent of the dialog could be from a woman’s point of view. Which is a crazily low number. Female writers historically write 40 to 50 percent of their dialog for female characters, male writers about 20 percent; so even by the shitty standards of male writers and history, this is appalling”.

Gracias a Jacinto por el enlace.

Este artículo que analiza la pandemia desde una perspectiva de género me ha parecido muy interesante. Como se apunta, la recesión económica que nos viene con y tras la pandemia nos puede hacer retroceder mucho, pero también es una oportunidad para establecer por fin políticas que tengan en cuenta la distorsión de los roles domésticos y de cuidados: “The coronavirus crisis will be global and long-lasting, economic as well as medical. However, it also offers an opportunity. This could be the first outbreak where gender and sex differences are recorded, and taken into account by researchers and policy makers. For too long, politicians have assumed that child care and elderly care can be “soaked up” by private citizens—mostly women—effectively providing a huge subsidy to the paid economy. This pandemic should remind us of the true scale of that distortion.”

Una fascinante mirada a la boyante (y bizarra) industria inmobiliaria de los refugios anti-apocalipsis para ricos y pudientes, que ya incluso prometen ser las ciudades-estado de los futuros supervivientes: “When you bought into such a scheme, you tapped into a fever dream from the depths of the libertarian lizard-brain: a group of well-off and ideologically like-minded individuals sharing an autonomous space, heavily fortified against outsiders – the poor, the hungry, the desperate, the unprepared – and awaiting its moment to rebuild civilisation from the ground up. “

Como muchas industrias, ésta se centra en vender una fantasía: la fantasía de que es posible sobrevivir al margen de las catástrofes que sufra el resto de la humanidad. Y como creo que estamos viendo en la crisis de la pandemia actual, en las cosas que se nos vienen encima, o nos salvamos todos juntos, o no se salva nadie.

También, como nota de color, el empresario protagonista de la crónica (todo un personaje conspiranoico) fue propietario en los 80 de la empresa que fabricó el famoso piloto automático de Aterriza Como Puedas (o, al menos, eso dice él).

La alt-right y sus sucursales españolas aprovechan nuestro confinamiento y la constante sobreexposición a la información que éste acentúa haciendo la única forma de política que saben hacer: extender bulos y desinformación.

Otra mirada a otra industria boyante, pero más artística: la de los teclados mecánicos personalizados de lujo. A ver, he de admitir que los del artículo son una preciosidad, pero al final teclear es teclear, y yo no compraría a esos precios. Pero me imagino que es una necesidad similar a la del tuning de un coche de carreras, sólo que el streamer de videojuegos (el principal consumidor de esta industria) “pilota” el teclado.

Si no conocéis la editorial digital Panel Syndicate, ya tardáis en leer y comprar (se paga la voluntad) maravillas como Universo!, o The Private Eye. De su catálogo me quedaba por leer Barrier: visualmente impresionante, y con una buena reflexión sobre la migración y el lenguaje. Y no digo más, que es mejor leerlo sin spoiler de ningun tipo.

Además de ver viejas glorias que ya ni recordaba en este listado, lo que más me ha emocionado es que el Número 1 lo ocupe Tyrian. Que por cierto, recientemente GOG lo liberó gratis para descargar junto a un buen puñado de titulos clásicos (Beneath a Steel Sky, Ultima Martian Dreams, Flight of the Amazon Queen, etc).

Recordemos que todo esto pasará, y si es escuchando a Klampanis, pues mucho mejor.

20200325

En TikTok, la joya del “Silicon Valley” Chino, que está apadrinada por el Partido (¿cuál? ¡el único que hay en China!), no sólo te pueden censurar por criticar al gobierno o subir fotos de los tanques en Tiananmen. ¡También te pueden censurar por ser feo o parecer pobre!

El gobierno chino: siempre a la vanguardia en combinar Dictadura Totalitarista con Capitalismo Salvaje (¿es que hay que elegir?): “TikTok controls content on its platform to achieve rapid growth in the mold of a Silicon Valley startup while simultaneously discouraging political dissent with the sort of heavy hand regularly seen in its home country of China.”

Este aluvión de información que se ha convertido en el día a día de nuestro confinamiento está dando lugar a un fenómeno nuevo (pero conociéndonos, quizá esperable): la gente que admite que “no es científico, ni médico, ni epidemiólogo”, pero que no está dispuesta a perder ni una sola oportunidad de ganar más seguidores, retweets, y relevancia en redes sociales: “His Twitter account has grown to more than 120,000 followers since he started tweeting about COVID-19. (He had about 2,000 before.) He shares the same philosophy as Pueyo: that in a public health crisis, fast information with possible inaccuracies is better than waiting.” 

En este mundo de actualizaciones constantes, el nuevo dogma es que “tener información imprecisa o incorrecta es mejor que no tener nada de información”. Y me parece que, en el caso de esta crisis, es justamente al revés.

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Sarah Spencer ha creado esta preciosidad de mapa estelar programando máquinas de coser de los 80 con Arduinos y Raspberry Pis. Y lo mola todo.

Una lectura muy densa, pero con puntos muy interesantes sobre cómo de “real” era nuestra vida normal antes de esta crisis, y como lo que nos parece “irreal” es, ni más ni menos, la realidad y la naturaleza llamando a nuestra puerta: “Lo cierto es que, obligados a este parón, vamos a ver por fin cosas que teníamos delante de las narices, nos vamos a aburrir hasta la rebelión, vamos a tensar al máximo nuestros resortes íntimos y nuestra lengua común. La pregunta ahora, por tanto, no es si esta revelación podía haberse producido de otra manera sino si estamos preparados para sacarle partido.”

Para los que tenemos la inmesa suerte de tener que quedarnos en casa (no como la gente que se la está jugando en primera línea en hospitales, supermercados, o fábricas), este artículo trae algunos consejos de auto-cuidado para nuestra salud mental, que también nos va a hacer falta. Bueno, y también trae fotos de gatitos, que eso siempre gusta.

El Insight Lander que tiene ahora mismo la NASA sobre la superficie de Marte tenía un problema: uno de los brazos excavadores se había quedado atascado. La solución ha sido darle un “golpe de remo” (bueno, golpe de brazo con pala) para liberarlo. Lo que más me flipa es que se ha estado escribiendo código durante meses para programar por software ese palazo (con simulaciones incluidas), para asegurarse de que no se dañaba el resto de sistemas del Lander.

Este artículo en realidad me sirve para contar que el fenómeno japonés de las mascotas corporativas me fascina desde hace años, y que a partir de ahora tienes la obligación de seguir a @MondoMascots, la mejor cuenta de Twitter del mundo.

A finales de los 90 podían pasar muchas cosas, como que se anunciara Murphys Stout con un corto animado de cyberpunkis y samurais, digno de proyectarse en cines .

Después de casi 3 años desde Bad Dream Baby, September 87 han vuelto al Planeta Tierra. Me encanta TODO de esta canción y de su videoclip.

20200218

Por supuesto, cómo no íbamos a abrir con EL MONOTEMA. Es evidente que la pandemia y las medidas de contención para combatirla van a tener un severo efecto económico, pero va a ser mucho más grave porque ya traemos de antes una recesión económica a punto de suceeder. Tipos de interés negativos estirados durante años que no reflejan el riesgo financiero real, industria estancada, y muchísimas pymes yendo al mes (o a la semana) sin ningún fondo de maniobra ante imprevistos como el que vivimos.

Y si bien pienso que nadie la deseaba, esta crisis de la pandemia es bastante ventajosa para los que construyen la narrativa oficial: “Muy probablemente el coronavirus no es el único responsable de las caídas en las bolsas, como se dice, ni de una economía capitalista desacelerada, con las ganancias de las corporaciones y la inversión industrial estancadas, sino que es la chispa de una crisis económica pospuesta donde la mala salud de la economía es muy anterior a la epidemia.”

En este artículo también se apunta otro aspecto muy interesante de esta crisis, y que es muy característico de nuestra década: las conspiranoias. Las relacionadas con el virus (se creó en un laboratorio, el gobierno ya lo sabía y lo dejó pasar, etc, etc) nos resultan reconfortantes porque nos mantienen en la ilusión de que tenemos totalmente controlada la naturaleza, las enfermedades, las contingencias, y en fin, la muerte. Y no es cierto: somos mucho más frágiles de lo que pensamos.

Quizá, lo mejor es asumirlo: “Nadie –digamos– quiere contagiarse y es lógico; pero se trataría más bien de reivindicar el contagio, de usar el contagio a nuestro favor, de asumir el contagio, al igual que los médicos y sanitarios, como alternativa a un orden abstracto, muy vulnerable a la contingencia, que se pretende libre de límites: de muerte, de dolor, de sacrificio y hasta de aventuras.”

Y por otra parte, también en fijarnos que: “Ocurre que desde que existe el Covid-19 ya no se muere nadie. De hecho ocurre que no ocurre nada. Ya no hay infartos ni dengue ni cáncer ni otras gripes ni bombardeos ni refugiados ni terrorismo ni nada. Ya no hay, desde luego, cambio climático, pese a que sería muy fácil y muy útil asociar pedagógicamente la multiplicación de los virus al acoso capitalista de la Naturaleza; e incluso aprovechar este parón para cuestionar el modelo.”

En ese “ya no ocurre nada que no sea covid”, esta semana pasada ocurrió que Harvey Weinstein fue condenado a 23 años de carcel por violación. En esta entrevista con Rose McGowan (una de las impulsoras de #MeToo) previa a la sentencia final, podemos aprender lo que ha significado el movimiento, y como es vivir (y sobrevivir) a violadores como Weinstein y a toda la maquinaria bien engrasada que le daba soporte.

Casey Newton tiene una newsletter/columna periodística y recopilación de contenido mucho mejor que esta, y que se llama “The Interface”. En la columna que abre a la newsletter de esta semana, Casey reflexiona sobre el desafío al que se enfrentan las redes sociales en este confinamiento forzoso: ¿nos hacen “conectar” realmente con otras personas?: “Still, I continue to feel like every social product has a lot more that they can do here. Mitigating the spread of misinformation, and taking steps to intervene directly in the crisis, have been welcome moves. But the period of social isolation that is now crashing down on America will offer a new kind of test for our social networks.”

Beatriz Serrano (una de mis periodistas y columnistas favoritas) ha vuelto a escribir, y nos cuenta un remedio inspirado en Marcel Proust para intentar encontrar pequeños espacios de felicidad en cualquier parte (incluido nuestro confinamiento).

Bruce Sterling, otro de los padrinos del Cyberpunk, publicó la versión en inglés de este relato corto hace poco (la original era en italiano, bajo su alias Bruno Argento). Convenientemente, comienza con una cuarentena en una isla tras una pandemia bastante más grave que la que sufrimos. Pero es mucho más, y sobre todo contiene una referencia preciosa a otra recopilación de relatos cortos clásica, que sólo he pillado casi al final (no digo nada para no hacer spoilers).

Elegí para la recopilación estas fotos de Finlandia, inspiradas en el fenómeno UFO de los 60, antes del Estado de Alarma. Pero dentro de nada, nuestras calles van a pintar igual.

No tengo claro si esto es muy guay o si es la metáfora definitiva de que acabamos estropeando todos los espacios naturales. ¡Quizá sea ambos!

El otro día volví a ver “Jóvenes ocultos” (peliculón). En una de las escenas iniciales aparece el epítome del Saxofonista Hortera Ochentero. Investigando un poco más, descubrí que ese señor es Tim Cappello, y que además de ser conocido por esta escena, también fue saxofonista en varios discos y giras de Tina Turner en los 80 (su mejor época), participó en el primer disco y gira en solitario de Peter Gabriel (el primer encuentro de Gabriel con uno de mis bajistas favoritos, Tony Levin), tuvo una banda en el que el batería era el batería de los Dictators, y hasta llegó a participar como actor en varios episodios de Miami Vice. ¿Por qué este señor tiene que ver con todo lo que me gusta de los 80? También podéis averiguar más sobre él y lo que anda haciendo en esta entrevista.

20200311

Tenemos en la cabeza que Internet es la Web tradicional que visitamos a través de navegadores, pero en realidad hay mucho más. En este artículo se pinta un mapa del “Internet Extendido”, entre el que destaca la “Web Cómoda”: la cantidad de imágenes, capturas de pantalla, URLs, y texto copy-pasteado que todos los dias hacemos circular por email, grupos de whatsapp, y todo tipo de chats privados, y que son prácticamente invisibles para el resto de Internet (para los propietarios de Gmail, Whatsapp, o Slack, no tanto).

Es muy interesante una de las reflexiones que se apunta, y es que cada vez más, en Internet vamos a tener que elegir 2 de estas 3: Gratis, de Calidad, y Abiertas al Público. Pero nunca vamos a tenerlas todas: “The current governing logic of the extended internet universe, I think, boils down to a pick-2-of-3 constraint triangle: {free, open to the public, quality}. Can we have all 3? Many idealists think we once had that (we never did, we just had small scale, and it still wasn’t hitting all 3), or that in some hand-wavy way, “true” net neutrality would deliver that (I’m only a very weak defender of net neutrality: it was a useful principle for a while, but it has outlived its utility).”

Nerfeadas es una serie documental en torno al machismo en la industria y cultura de videojuegos, y el primer capítulo está muy bien. En él se dicen cosas que requieren valentía para decir, y que hacía falta decir hace ya demasiado tiempo.

Se nos están juntando dos crisis que casi nunca ocurren a la vez: una crisis de oferta y una crisis de demanda. Y a lo mejor el capitalismo globalizado empieza a hacer catacrock. Veremos.

En esta recopilación siempre necesitamos nuestra dosis de William Gibson, así que aquí va una de las últimas entrevistas con ocasión de su última novela, Agency, donde como siempre se reflexiona sobre nuestro futuro cercano con el cambio climático como protagonista.

En cierto punto de la entrevista se habla de Star Trek como apología anticapitalista, así que todavía mejor: “I’ve been curious for years,” he says, “about exactly what it is about a global climate change message that seems immediately to attract the ire of conservatives. My suspicion is that by its very nature, it suggests that the most effective response to it would be if we had something akin to the implied world government in the very first Star Trek series… the United Nations, but with teeth.”

The creator of Star Trek, Gene Rodenberry, suggested that the world government “came into existence in response to some grave, very near-potential species-wide planetary disaster”, Gibson explains. “And that’s how we finally cleaned up our act and started running the planet in a fair and sensible way. So of course, that’s anathema to someone on the Ayn Rand end of the scale.”

El ser Cuñado tiene explicación científica: se llama efecto de Dunning Kruger, y nos viene de serie con nuestro cerebro: “Si no sabes nada, sabes que no sabes nada. Sin embargo, cuando sabes algo, piensas que sabes todo lo que hay que saber. Se llama el “pico de la estupidez.” (..) El efecto Dunning Kruger parece ser una característica del cerebro humano. Nos gusta extraer conclusiones con pocos datos, porque nos hace la vida más fácil. Esto quiere decir que todos en mayor o menor medida lo sufrimos.”

Esto no es nuevo, pero he descubierto esta semana la llamada Arquitectura Cholet Boliviana y he flipado sin parar con lo bizarro (y algo William Gibson-esco) del fenómeno. Para profundizar, podéis leer este hilo de Twitter y el artículo original de El País al que acompaña la galería de fotos que incluímos en la recopilación.

La semana pasada se estrenó la tercera temporada de Castlevania (la serie de animación), donde escribe Warren Ellis (quizá lo recuerden de Planetary, o Transmetropolitan), quien en su línea admite sin problemas no haber jugado nunca a ninguno de los juegos.

En la entrevista hay algunas perlas sobre el hecho de escribir y la relación con el público: “You only have to have one bad day and then you’re that writer who shows up to tell everyone they’re watching it or reading it wrong. Once a year, I kind of wave to the kids on Tumblr and say thank you very much. Once the show’s done and streaming, it’s theirs to do whatever they want with (..) People are going to say and do whatever they’re going to say and do, and they should be left alone by the writer”

¿Chick Corea con un keytar? En los 80 ocurrió.

20200304

¿Cómo no íbamos a abrir esta semana con algo relacionado con el Coronavirus? ¡En esta recopilación no queremos renunciar a la oportunidad de sumar a vuestras preocupaciones!

En concreto, en este artículo se apunta a una teoría (que es sólo eso: teoría) sobre cómo el progresivo calentamiento global está preparando a los patógenos para soportar mayores temperaturas, y por tanto, a resistir mejor la principal estrategia que tiene nuestro cuerpo para combatirlos (que es subirnos la fiebre). Es decir, que es posible que este tipo de potenciales pandemias vayan a ser cada vez más frecuentes.

También recomendamos seguir en twitter a @CoronaVid19, que al menos nos echaremos unas risas.

No todo van a ser malas noticias: en este caso, investigadoras del MIT han conseguido entrenar un modelo de Deep Learning (una red neuronal) para aprender a reconocer los rasgos moleculares que hacen efectivos a los antibióticos que conocemos. Luego les han puesto a analizar una base de datos de más de 100.000 compuestos que se investigan actualmente, para localizar los candidatos a mejor antibiótico revelación del año (y los resultados, al parecer, son bastante prometedores).

Casos como el anterior son muy buenos ejemplos de lo positivo de las técnicas de IA y de Deep Learning, pero es muy fácil usarlos mal. Este artículo cuenta muy bien cómo el uso cada vez más extendido de algoritmos para componer los turnos y calendarios de empleados de retail/hospedería puede estar ahorrando costes a los propietarios de esos negocios, pero está empeorando a ojos vista la vida de los trabajadores.

Quizá el problema no está en los algoritmos, está más bien en crear esos algoritmos sin tener en cuenta que las personas que trabajan en esos turnos necesitan conciliar, que se pueden quemar, que necesitan horarios estables para dormir bien, y que necesitan poder planificar vacaciones con cierta antelación. En fin, que son seres humanos, y no máquinas disponibles en cualquier horario y cualquier dia de la semana.

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Sin duda, el artículo más brillante que he leído esta semana. Pasen y descubran el Internet de las Broncas (The Internet of Beefs), donde lo más importante es que los conflictos sean irresolubles, personalistas, poco rigurosos, y, sobre todo, constantes. ¿Los beneficiados? Los nuevos “señores feudales” del Internet de las Broncas, que hacen caja azuzando a sus “escuderos” a una interminable “guerra cultural” contra la “dictadura progre”, para evitar el “fin de la civilización occidental”.

Como se dice en el artículo: “You cannot predict the course of a culture war by trying to understand it as a military conflict. You can only predict it by trying to understand it as the deliberate perpetuation of a culture of conflict by those with an interest in keeping it alive.”

Este relato de ficción mezcla hechos reales y what-ifs para dibujar los ultimos 13 años de un Internet alternativo en el que Youtube no llegó a triunfar, ni a ser comprado por Google. Está todo bastante bien llevado, incluso el hecho de que en 2020 la gente siga usando Second Life (que llega a tener su propia burbuja inmobiliaria virtual).

Casi todas las grandes empresas de paquetería han dejado de trabajar en Amazon en España, porque en algunos casos llega a ser anti-rentable. ¡Pero no hay problema! Para eso está Correos (es decir, el Estado): para asumir los repartos más deficitarios, y seguir asegurando los beneficios de los propietarios de Amazon. ¿No debería ser al revés?

Este especial del New York Times repasando las mejores ilustraciones editoriales usadas en sus artículos durante 2019 es, simplemente, una maravilla.

Aparte del virtuosismo técnico (que lo tiene, y mucho), me parece que lo que hace que Thundercat sea un bajista tan especial es que toca el bajo eléctrico como nadie más lo hace: su estilo es único, y cada nota es pura expresión personal y artística.

20200226

La primera entrega de esta recopilación abría con la vergonzosa aprobación del Decretazo Digital por parte de PSOE+PP+C’s (con una lamentable e innecesaria abstención de UP por puro Vasallaje Medieval). Diversas asociaciones apelaron al Defensor del Pueblo para que presentara un recurso de inconstitucionalidad, y éste ha venido a decir que sí, que tenéis razón, pero que lo del recurso ya tal, que buf, ahora mismo sería un follón, ¿eh?

En este artículo viene a apuntar la alarmante cantidad de puestos de trabajo que existen para calentar silla pero y que aportan poco o ningún valor a la actividad principal de las organizaciones en las que se encuentran (informes que nunca se leen, burocracias sobrecargadas, pero también trabajos estudiantiles que “normalizan” los salvajes students loans en USA). Como se reflexiona en este artículo, mucha de esta estructura es independiente de la producción o eficiencia, y viene más a sustentar relaciones de poder locales, politicas internas, o recompensas/castigos.

Una especie de nuevo feudalismo, pero en peor: “Graeber comes to believe that the governing logic for such expansion isn’t efficiency but something nearer to feudalism: a complex tangle of economics, organizational politics, tithes, and redistributions, which is motivated by the will to competitive status and local power. (Why do people employ doormen? Not because they’re cost-effective.) The difference between true feudalism and whatever is going on now—“managerial feudalism” is Graeber’s uncatchy phrase—is that, under true feudalism, professionals were responsible for their own schedules and methods.”

Y siguiendo con el tema feudalista: en la Edad Media el artesano o creador era practicamente invisible, y no existía necesidad cultural de atribuir una obra a su creador. Nos costó varios siglos (empezando desde el renacimiento) llegar al modelo de autoría actual, en el que hay relación entre obra y autor. Pero con el modelo actual de plataformas de streaming (“Una Serie Original de Netflix, que ha dirigido y producido alguna gente”), quizá nos estamos medievalizando de nuevo.

Y frente a las plataformas del “nuevo feudalismo”, proyectos bonitos, cooperativas digitales, y negocios sostenibles que no están obsesionados con crecer a cualquier precio: “The movement not only makes space for truly independent expression in an attention economy, but also gives real power to users amongst mounting concerns over tech monopolies, unbridled datafication, and unsustainable business practices. Could platform cooperatives be the answer?”

Fascinante mirada a lo que, aunque nos parezca una locura pensarlo ahora, fue toda una industria: el software de salvapantallas. After Dark, sin duda, fue uno de los productos más carismáticos en ese campo durante los 90.

Algunos detalles concretos de la entrevista que me dejan loquísimo: “The modules all had a little control panel – I insisted on having a slider that controlled the doneness of the toast. The other thing we were careful to do was not to put the toasters on a track and repeat the show. Random numbers were always important from that point on. I had done Monte Carlo simulations in my physics work and knew how to produce random numbers in various distributions. I think that was an important idea – we had these little movies, but you couldn’t predict them.”

De todas las calculadoras soviéticas que se comentan en el artículo, las que más me flipan son las que llevaban un BASIC como sistema operativo. El casi-smartphone de 1986.

2295678491@QQ.COM

 

GuangYuan YU GuangYuan YU

Esta semana he descubierto la ilustración y concept-art de GuangYuan YU y creo que todos los cyberpunkis deberían hacer lo mismo.

Vale, sigo sin quitarme de la cabeza la intro de Snatchers desde la semana pasada, y especialmente su tema musical principal. Así que cerramos con una versión en directo y muy jazz de “One Night in Neo Kobe City”, a cargo de los Super Soul Brothers. Eso sí, no tienen bajista: no iba a ser todo perfecto.

20200220

Es difícil abrir la recopilación de esta semana con un artículo más alucinante (pero cierto). Resumiendo mucho: uno de los principales proveedores tecnológicos de comunicaciones cifradas (Crypto AG), cuyos clientes eran los estados de medio mundo, fue desde los 60 una tapadera controlada por la CIA y el servicio de inteligencia de Alemania Oriental (el BND).

Durante décadas, la CIA introdujo premeditadamente vulnerabilidades en estos dispositivos, e interceptó sin mayor dificultad comunicaciones de India, Pakistan, el Vaticano, Italia, España, y numerosos países de Latinoamérica y de África. Todo esto a espaldas de la mayoría de los 200 empleados (ingenieros y comerciales) de la compañía, que poco a poco olían la tostada al encontrar vulnerabilidades en el diseño de los dispositivos y contemplaban como la cúpula se “comía” sus descubrimientos. Uno de sus agentes de venta (Hans Buehler), ignorante de que iba por el mundo vendiendo dispositivos trucados, llegó a ser detenido e interrogado durante 9 meses en Irán en el año 1992.

En fin, de película.

La reflexión de este artículo es interesantísima y muy reveladora: desde la consultoría empresarial se nos ha vendido que eliminar mandos intermedios en la estructura de las empresas las hace más eficientes. Pero si nos paramos a pensar un poco, esa estructura con muchos mandos intermedios repartía mucho más la capacidad de decisión y planificación entre los trabajadores. A día de hoy, nunca hemos tenido más desigualdad y concentración de poder (y de beneficios) en las cúpulas empresariales.

Como se dice en el artículo: “Mid-century, democratic management empowered ordinary workers and disempowered elite executives, so that a bad CEO could do little to harm a company and a good one little to help it. Today, top executives boast immense powers of command—and, as a result, capture virtually all of management’s economic returns. Whereas at mid-century a typical large-company CEO made 20 times a production worker’s income, today’s CEOs make nearly 300 times as much.”

Muy interesante columna del que fue el primer abogado de la Electronic Frontier Foundation, sobre la necesidad y significado de la libertad de expresión digital hoy en día, sobre qué cosas no se previeron (spoiler: Facebook), y a qué retos se enfrenta el activismo digital.

Temperaturas de 20ºC en la Antártida. Si esto no es crisis, no sé qué es. La verdad, poco más que decir.

Como humanos, creo que la mayoría de nosotros no quiere que la humanidad se extinga. Pero este artículo argumenta que, quizá, sí que lo queremos. Desde un punto de vista “expresivista” (donde lo importante no es lo que expresamos hablando, si no lo que expresamos con nuestras acciones), parece que estamos haciendo todo lo posible para extinguirnos.

Me he enterado esta semana de la existencia de la fallida Nintendo Playstation, una especie de híbrido que se preparó para que la SNES tuviera juegos en CD, pero al parecer el prototipo que se subasta ahora se descubrió en 2015. 

Y también he descubierto esta semana de la existencia de Snatcher: un videojuego ciberpunki de aventura gráfica que Hideo Kojima publicó en 1988, y de cual se reeditó una versión extendida y mejorada para Sega CD en 1994 (cuya intro podéis ver en el enlace). No sé si es el pixel-art, los vibes Blade Runner/Terminator, o el saxo hortera ochentero del tema musical, pero ha sido amor a primera vista.

Ya ha salido el nuevo disco de Kvelertak, Splid, y este es el corte que abre el disco. Algunas reviews lo ponen a caldo, pero a mí me parece de los mejores discos de la banda, quizá porque es dónde simultaneamente muestran más su ramalazo punk y su vena progresiva (y les queda bien). Aquí también podéis ver una versión del tema en directo televisivo.

20200213

Este relato corto de ciencia-ficción es una pequeña preciosidad. Aunque los protagonistas sean drones, creo que en realidad está hablando de nosotros: de cómo nos dicen lo que tenemos que ser, de cómo nos dicen lo que son “los otros”, y de lo que puede ocurrir cuando abandonamos todo eso y comenzamos a trabajar juntos.

Como hemos empezado con drones, seguimos: con este tipo de “ataques”, la ciberseguridad de los coches autónomos ya no puede limitarse a los sistemas propios del vehículo, si no que va a tener que asumir que parte del entorno que percibe es, literalmente, un espejismo. Casi como nosotros, quizá.

La semana pasada hablábamos del auge del reconocimiento facial en cámaras de vigilancia, pero este artículo pone el foco en otra cuestión que, como mínimo, es igual de importante: en países como USA, desde hace tiempo se anima a pequeños comercios/espacios a conectar sus cámaras de vigilancia directamente con la red de la policía. La consecuencia es que actualmente hay administraciones que cuentan con redes de videovigilancia enormes, y una industria de “Video Analytics” a su alrededor que les posibilita analizar esas ingentes cantidades de video.

Como se dice en el artículo: “Retailers, employers, and investors want to put us all under smart video surveillance so they can manage us with visual ‘intelligence.’ When asked about privacy, several major police departments told me they have the right to see and record everything you do as soon as you leave your home.” 

Llegan a la plataforma los ocho últimos episodios de BoJack Horseman, la serie de animación que ha elevado el catálogo animado de Netflix a unas cuotas de calidad inesperadas
En su final, el equipo de Raphael Bob-Waksberg opta por cerrar sin fatalismo una serie que ha demostrado sumo respeto y cariño por sus personajes y su audiencia

 

vertele vertele

Adiós, Bojack. Ya te echamos de menos, pero el cierre ha sido consecuente, honesto, y hasta bonito.

El “Facebook es una plataforma neutral” es el “no soy ni de izquierda ni de derechas” de Zuckerberg. Que es lo que se suele decir cuando eres muy de derechas.

Se te ve el plumero, Mark: “In public, Zuckerberg lobs useless bromides about free speech and connection while privately he dines with far-right media figures and frothing South Carolina senator Lindsey Graham and girds his team for battle against Elizabeth Warren. (While Zuckerberg has claimed he has dinners with “lots of people across the spectrum,” that spectrum doesn’t appear to include the left.) His company donates substantial amounts to conservative politicians, and conservative media does extraordinarily well on Facebook, with Ben Shapiro, Breitbart, and other right-wing luminaries often ranking among the top shared articles.”

Los primeros pasos para los implantes de la ciencia-ficción cyberpunki se están dando en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Aunque todavía no pasan de experimentos, los resultados para personas invidentes son muy ilusionantes.

A través de la Treasure Hunt Jam he descubierto la maravilla que es Adventuron Classroom. Una especie de curso de programación para nanos (y no tan nanos), lenguaje de programación propio, y plataforma-motor de aventuras conversacionales, todo en uno y listo para usar con cualquier navegador.

Aunque el disco de Brian Eno “Music for Installations” es del 2018, yo lo he descubierto esta semana, mientras repasaba algunos de sus álbumes más clásicos (“Apollo” o “Music For Airports”). Así que esta semana cerramos con sus texturas sonoras (ruido, que dicen algunos).

20200205

La semana pasada me comentaron que me había salido una recopilación demasiado catastrofista (lo que admito totalmente), y me di cuenta de que era ahora mismo encuentro muy difícil ser optimista cuando reflexiono sobre tecnología y su impacto en nosotros. Quizá porque el control de muchas de esas tecnologías reside en estados y corporaciones, pero no exclusivamente por eso.

En este artículo-entrevista con William Gibson (cómo no) se habla justamente de eso: cómo de forma cultural y colectiva hemos perdido la fe en un futuro “brillante” para la humanidad apoyado en el progreso tecnológico: “In my childhood, the 21st century was constantly referenced,” he said. “You’d see it once every day, and it often had an exclamation point.” The sense, he said, was that postwar America was headed somewhere amazing. Now that we’re actually in the 21st century, however, the 22nd century is never evoked with excitement. “We don’t seem to have, culturally, a sense of futurism that way anymore,” he said. “It sort of evaporated.”

Y aunque, como decía antes, no tenemos mucho control sobre las tecnologías que usamos, todavía hay formas maravillosas de hackearlas. Y encima no hace falta ser Mr. Robot y escribir mucho código en una terminal: basta con ser ingenioso. Como he leído por ahí: “El Mapa no es el Territorio”.

Ya tenemos mini-conglomerados “programables” de células: uniendo células cardiacas (que se contraen y expanden continuamente) con células “normales”, se puede conseguir que estos pequeñines se muevan con cierta pauta predifinida hasta que se les agote las reservas de energía: una especie de pequeña máquina de Mealy/Moore. Habrán consecuencias buenas y malas, pero van a ser alucinantes.

El país con más cámaras por metro cuadrado ha dado su paso natural: extraer patrones de todas esas imágenes, y hacer que sean “andantes” (con agentes de policía con mini-cámara al hombro). Este artículo deja muy en entredicho que se incremente la seguridad ciudadana y las detenciones gracias a este sistema, pero está claro que las libertades y privacidad de todo el mundo se decrementa.

Los estados están muy interesados en las tecnologías de reconocimiento facial, y el que fue el primer estado multi-nacional de la historia (la Iglesia) no va a ser menos. Poder tener analítica “web” (visitas, porcentaje de rebote, ratio de conversión) de los asistentes a un lugar físico: “La tecnología que nos presentaron ayuda bastante porque tenemos que saber cuántos miembros hay en el culto, cuántas veces vienen a la iglesia, cuántas no vienen. Eso, para el mensaje de la iglesia, ayuda mucho.” 

Aparte de que me flipa Ursula K. Le Guin, el propio artículo sobre esta entrevista (que publica Alpha Decay en castellano), ya toca uno de mis temas favoritos: literatura “de verdad” vs. Ciencia Ficción/Fantasía.

Como se dice en el artículo: “¿A partir de cuántos hechos fantásticos es de género una historia? ¿A partir de cuántas referencias a una tecnología todavía fuera de nuestro alcance podemos hablar de ciencia ficción? ¿Por qué cierta ficción es fantasía y otra no lo es?.”

Interesante este tema: la presencia lingüística de tiempo futuro (o cómo está construido) en un idioma influye en el marco mental-cultural, y en cómo actuamos respecto al futuro a medio-largo plazo. Se supone que una de las consecuencias es la tendencia mediterránea a procrastinar, pero supongo que es más complejo.

Uno de los temas principales de esta recopilación es el Futuro, y qué mejor manera de hablar sobre ello que con el adelanto del próximo album de Frutería Toñi, que además se llamará “El porvenir está en las huevas”.

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San Bruce Schneier da buena cuenta del efecto de los bots políticos en redes sociales y web, y ante todo resalta que su objetivo y efecto principal no es decantar el debate político hacia una opción u otra, si no más bien desactivar el debate mismo: “And measuring the effectiveness of these bots is difficult. The best analyses indicate that they did not affect the 2016 U.S. presidential election. More likely, they distort people’s sense of public sentiment and their faith in reasoned political debate. We are all in the middle of a novel social experiment.”

¿La solución? Quizá dejar de usar Internet para discutir, simplemente: “In the end, any solutions have to be nontechnical. We have to recognize the limitations of online political conversation, and again prioritize face-to-face interactions. These are harder to automate, and we know the people we’re talking with are actual people.”

Si existe algún contubernio real, es el de la industria Tech de Silicon Valley con las operaciones policiales anti-inmigración (o anti-gente, en general) de los estados. Aparte de Palantir, recientes investigaciones enseñan lo muy pringados que en Amazon AWS están y desean seguir estando con estas prácticas.

Este artículo es para enmarcar. Podemos no estar de acuerdo en las soluciones, pero en el análisis me parece brillante. La contradicción principal del capitalismo (o su mayor “logro”, para los capitalistas) es haber cambiado el paradigma medieval de productores-artesanos aislados a una red de producción colectiva, al mismo tiempo que se mantiene la propiedad y beneficios de esa red de producción en unas pocas manos privadas.

Y lo que viene a decir este artículo es que el Internet que tenemos ahora (que no es el que fue) es quizá la evolución última de esto. Ya no sólo se nos extrae beneficio trabajando: se nos extrae beneficio por comunicarnos, por buscar, por dar likes, casi por existir.

Un muy buen repaso a conceptos como el famoso “Derecho Agraviado” masculino-blanco, donde una mayor igualdad social del resto de colectivos se percibe como grave amenaza (pero el sistema económico que realmente ha causado su situación, ya para otro día): “Pero en serio, ¿son los inmigrantes la causa del cambio climático? ¿Alguien LGBTI externalizó sus trabajos? ¿Las mujeres feministas hicieron recortes en su empresa? ¡Por supuesto no! Los ‘hombres blancos cabreados’ tienen razones para estar cabreados, pero les iría mucho mejor si tejiesen alianzas con quienes han sufrido en sus propias carnes la desigualdad”.

Nuestro presente se lo debemos a Alan Turing, con quien fuimos tan injustos, y a quién muchas veces representamos de forma poco veraz.

Como con todo lo de Shinichiro Watanabe (Cowboy Bebop, Samurai Champloo, Kids on the Slope), me he enamorado de esta serie desde el primer episodio. Maravillosa.

Emmanuelle Moureaux to bring her next interactive, rainbow-coloured artwork to London.

 

Creative Boom Creative Boom

El arte de Emmanuelle Moureaux está hecho de papel, pero quizá imaginábamos que así sería pasear por la matriz.

Ahora ni siquiera dos minutos, estamos ya a 100 seconds to midnight. Pero bueno, Up the Irons!